Las acciones de Patrick Beverley tras la eliminación de los Milwaukee Bucks de los playoffs podrían tener consecuencias más allá de la pista. Tal y como ha asegurado Shams Charania, periodista de The Athletic, la policía de la ciudad de Indianápolis ha abierto una investigación con respecto a lo ocurrido entre el base y uno de los aficionados presentes en el Gainbridge Fieldhouse al final del sexto partido, para lo cual han contactado con el pabellón para solicitar acceso a las grabaciones de vídeo.
Según puede observarse en las imágenes de televisión, Beverley arroja uno de los balones situados en el banquillo de los Bucks hacia la grada, golpeando a uno de los aficionados locales en la cabeza. Tras ello, otro de los presentes devolvió la bola al banquillo, a lo que el jugador respondió arrojando con bastante más fuerza el esférico contra dicho aficionado, lo que hizo que tuviera que ser alejado por sus compañeros antes de que la cosa escalase.
No está claro si hay algún tipo de imagen previa que aclare lo ocurrido, pero desde luego lo que puede verse deja muy mal parado al base. De hecho, él mismo ha reconocido en su podcast que lo que hizo es inadmisible, y cabe esperar que la NBA actúe para imponerle algún tipo de sanción.
«Tengo que ser mejor, y lo seré. No tenía que haberlo hecho. A pesar de lo que me dijeron, no tenía que haberlo hecho, tan simple como eso».
Pese a todo, parece extraño que la policía decida intervenir en un caso que, pese a la mala imagen que transmite de Beverley, no parece ser tan grave. Veremos si estos días sale algo más a la luz que justifique esta decisión.
(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)