El jugador de los Chicago Bulls, Lonzo Ball, ha sufrido un revés en su rehabilitación que le obligará a hacer una pausa de diez días en los plazos previstos para su completa recuperación. Tal y como ha declarado el propio entrenador, Billy Donovan, Lonzo continuará con sus ejercicios de fuerza pero evitará temporalmente aquellos que impliquen correr.
«Tendremos una mejor idea de cómo va su recuperación una vez que pasen los próximos diez días», afirmó el head coach según recoge el medio CBS Sports. «Estamos llegando al final de la temporada pero ha estado fuera durante bastante tiempo. Si responde a este periodo de diez días podrá regresar a los ejercicios de aceleración y de contacto relativamente pronto.»
El guard no ha disputado un partido desde el pasado 14 de enero debido a lo que inicialmente se diagnosticó como un hematoma en la rodilla. Sin embargo, Ball se vio obligado a pasar por el quirófano tras ser detectada una pequeña rotura en el menisco. El cronograma inicial para su retorno se fijó en torno a las seis u ocho semanas, un plazo que, finalmente, no se ha cumplido.
Si bien esta actualización no es, ni mucho menos, lo que esperaban en Chicago, lo más importante será recuperar por completo a su jugador. Lonzo es una parte integral de los Bulls no solo en el presente curso, sino también en el futuro del proyecto, por lo que la organización está tratando su lesión con sumo cuidado.
En su primera campaña en La Ciudad del Viento, el de California está promediando 13,0 puntos, 5,4 rebotes y 5,1 asistencias por encuentro. En los 35 partidos que disputó hasta su lesión emergió como una pieza vital de la defensa exterior de los Bulls junto a Alex Caruso. El equipo presentaba un récord de 27-12 hasta que Ball entró en la enfermería. Un balance que ha disminuido hasta un 12-14 desde entonces.
(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)