Se anunció su presencia en el training camp como un buen gesto. Su nuevo entrenador, Nick Nurse, alabó su predisposición y estado de forma. Algunos compañeros señalaron que ojalá se quedase con ellos. Pues bien, nada de eso ha tenido fundamento según la información manejada por Shams Charania de The Athletic.
Sin menoscabar lo más mínimo la profesionalidad o compromiso de Harden cuando ha estado en las instalaciones del equipo, el mencionado periodista recalca que la no presencia de La Barba en ninguno de los partidos de preparación de los 76ers no ha sido casualidad, y que en estos 14 días de training camp solo ha realizado un entrenamiento con el equipo.
En casos como este –no jugar y entrenar a menos nivel– suele mediar una lesión o molestia que explique la escasa carga de trabajo. Sin embargo, en el caso de Harden no ha mediado dolencia alguna, por lo que parece bastante claro que hablamos de una reincorporación ficticia a Philadelphia; es decir, está allí, pero no está con el equipo.
Harden, de manera inteligente, ha optado por el gris. Tras saltarse el media day de la franquicia y unirse al training cam un día después que sus aún compañeros, tenía claro que un acto de rebeldía en que fuese más allá de sus palabras solo le perjudicaría. Por ello, acudió a la cita de pretemporada pero sin la intención aparente de volver a jugar con los Sixers, algo que dejó entrever al recalcar que su relación con la organización era «irreparable».
A partir de ese punto, en Pensilvania parecen haberse conformado con que no haya ruido. Entienden que mientras persista la calma podrán trabajar tanto en dar forma al equipo –con Nick Nurse a la cabeza– como en encontrar un traspaso que les satisfaga por Harden, algo que sigue sobre la mesa pese a la falta de pretendientes más allá de los Clippers.
(Fotografía de Tim Nwachukwu/Getty Images)