La rodilla de Lonzo Ball sigue renqueante

Hace tiempo que lo de Lonzo Ball y su rodilla empezó a ser un tema escabroso. El base ya ha quemado varias veces todas las etapas de recuperación que estipulan sus problemas de menisco. Sin embargo, cada vez que ha intentado reincorporarse a un ritmo normal, las molestias han reaparecido. En una de esas ocasiones la revisión detectó una contusión ósea que le impedía cualquier ejercicio. Los Chicago Bulls y el jugador aceptaron que la única salida era el quirófano, decidiendo operarse hace un par de meses con la esperanza de dar carpetazo a estos problemas. Hoy, preguntado por su recuperación, las palabras de Arturas Karnisovas no son muy halagüeñas. «Está progresando. Es todo lo que puedo decir» contestaba con un evidente tono de resignación ante los micrófonos de NBA TV.

El base de los Bulls sufrió una pequeña rotura de menisco a mediados de enero que tendrían que haberle tenido lejos de las canchas como mucho dos meses. Ball no volvió a disputar un solo minuto de la temporada. No es que haya sufrido recaídas, más bien es que el dolor siempre reaparece y el cuerpo médico no encuentra una solución a corto plazo. «Va a mejor. Probablemente no a la velocidad que nos gustaría. Quizás esté preparado para el training camp, pero son solo suposiciones» vuelve a decir con acritud Karnisovas. A estas alturas poca luz cabe arrojar sobre la rodilla de Ball y solo queda ser paciente hasta que esté preparada para volver.

(Fotografía de portada de Stacy Revere/Getty Images)


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