Dirk Nowitzki enfoca su 20ª temporada en activo en la NBA. El alemán siempre ha jugado para los Mavericks, con los que debutó en la temporada 1998-99 y con los que colgará las botas. La cuestión es saber cuándo lo hará, toda vez que su contrato firmado este verano por dos cursos y 10 millones de dólares deja la puerta abierta a una conclusión anticipada en julio de 2018. El teutón decidirá según evolucione su cuerpo durante la 2017-18.
“Si me pierdo 30 o 40 partidos seguidos, obviamente, no va a poder ser”, apuntó el ala-pívot a Dallas Morning News sobre las posibilidades de alargar su carrera hasta las 21 temporadas en activo, algo que sucedería si toma parte en la 2018-19 y que le haría ser el líder histórico en esta clasificación, al tocar una cota que sólo ostentan en su haber Robert Parish, Kevin Garnett y Kevin Willis.
“Pero si puedo mantenerme sano como lo hice al final de la temporada, donde pude moverme bien y tener algunos buenos partidos, entonces quizá haremos dos más. Veremos cómo va”.
El talón de Aquiles
Nowitzki, de 39 años, sólo disputó 54 partidos de la pasada liga regular. El otoño fue un calvario para él, ya que únicamente pudo jugar 5 encuentros del 26 de octubre al 23 de diciembre. Una lesión en el talón de Aquiles limitió muchísimo al teutón, que ya entonces encaró la posibilidad de la retirada sin tapujos.
Sin embargo, su cuerpo se recuperó, consiguió volver a la rotación y convertirse el sexto máximo anotador de la historia de la NBA, con sus 30.260 puntos anotados, por delante de LeBron James y por detrás de Wilt Chamberlain. Acabó la campaña con 14,2 tantos en 26,4 minutos, números que no se veían desde su puesta de largo, pero muy sólidos si se tiene en cuenta su edad y los problemas físicos por los que pasó.
Unas lesiones que determinarán si estamos ante el baile final de Nowitzki o todavía lo podremos disfrutar hasta 2019. Esta temporada marcará sentencia.