Era un secreto a voces desde que Gregg Popovich anunció su retirada, pero hoy la selección de baloncesto de Estados Unidos anuncia que Steve Kerr será su nuevo entrenador. El técnico de los Warriors ha sido asistente principal del equipo nacional desde que Pops heredó el puesto de Mike Krzyzewski de cara al Mundial de 2019. En principio, Kerr firma para ser el técnico jefe del Team USA para el próximo Mundial de Japón, Filipinas e Indonesia en 2023 y los Juegos Olímpicos de París en 2024. La selección aún está pendiente de clasificarse para el certamen mundialista. Erik Spoelstra y Monty Williams serán sus ayudantes.
Steve Kerr no llega a una selección estadounidense que vaya precisamente sobrada. Como testigo de la etapa de Gregg Popovich en el banquillo, sabe que la dominancia mostrada entre 2008 y 2016 ya no es tal. De hecho, siendo asistente ha vivido el sonado fracaso del pasado Mundial y las serias dificultades del reciente proceso olímpico. Pero esto también es parte de su motivación para asumir la responsabilidad.
El tres veces campeón de la NBA al mando de Golden State se mostraba ilusionado en la rueda de prensa celebrada en San Francisco esta mañana. «Nuestro único objetivo es ganar y hacer que el país se sienta orgulloso. Tendremos que trabajar duro para ello» decía un Kerr más que agradecido con la compañía de Williams y Spoelstra. «Es una gran responsabilidad, y no conozco a un grupo mejor preparado para ayudarme a liderar este equipo».
La contratación es la primera gran decisión que Grant Hill toma al mando de la federación tras suceder a Jerry Collangelo en el puesto. El exjugador se deshacía en elogios al que será el entrenador de su proyecto en las grandes citas. «Su perspicacia baloncestística, la forma en que conecta con las personas y su conocimiento y respeto por el baloncesto internacional han pesado mucho en el proceso. Es el candidato perfecto» destaca Hill.
En la federación creen que la llegada de Kerr puede significar el inicio de una era completamente nueva. «No puedes desechar todo el trabajo que se ha hecho. Pero sí es una oportunidad para resetear algunas cosas» cerraba el flamante nuevo presidente. Además del reciente oro en Tokio, Kerr ya levantó el trofeo de campeón del mundo como jugador en 1986.
(Fotografía de portada de Ezra Shaw/Getty Images)