A la tercera va la vencida: los Warriors tumban a OKC

El Oracle Arena se preparaba para otra fiesta del baloncesto. Los Warriors recibían a los Thunder en el tecer duelo entre ambos esta temporada ––los dos anteriores terminaron con victoria de Oklahoma –– y no quedaba ni un asiento vacío entre el público. Nadie se lo quería perder: 19,596 personas llenaban el pabellón, todo vendido por 270 partido consecutivo. Los Warriors cuentan con la fidelidad de sus aficionados, quienes llegan de todas partes del mundo. Según atravesamos el aparcamiento para llegar a la entrada de prensa, encontramos banderas de diferentes países y varios de ellos nos cuentan que estaban de visita en la ciudad únicamente por el partido.

Desde luego, no es una mala excusa para viajar a San Francisco.

Volviendo a lo deportivo, en esta ocasión el resultado fue diferente al de los dos anteriores entre estos dos grandes equipos. Los Warriors dieron un golpe sobre la mesa superando a Russell Westbrook y compañía por 112-80. Es la tercera victoria más abultada que consigue Golden State esta temporada, por detrás de triunfos contra Chicago y Phoenix.

Empezó el encuentro con mucha intensidad. El marcador se mantuvo igualado a pesar de que los Thunder, desde el principio, no estuvieron acertados en el lanzamiento. Aún así, se consiguieron mantenerse cerca en el marcador gracias, cómo no, a su trabajo en defensa y en el rebote. Kevin Durant y Stephen Curry dejaron algunas grandes acciones en estos primeros compases del encuentro, como un adelanto de lo que vendría más adelante.

El pabellón fue una auténtica fiesta y cada canasta se celebraba prácticamente como un gol. Durante los dos primeros cuartos se vivieron grandes momentos que irían aumentando en intensidad hasta alcanzar su máximo esplendor al final del tercer periodo, el instante en el que se rompió del todo el partido.

Golden State se marchaba al descanso con ventaja de 45-52.

En el segundo tiempo, los Thunder salieron con energía y consiguieron remontar esa pequeña diferencia gracias a algunos despistes de los Warriors con las pérdidas de balón y varias buenas acciones ofensivas.

Pero la alegría no duraría mucho. Golden State llegó con toda la artillería.

Los Warriors, demasiadas amenazas

No te puedes despistar ni un minuto. Una vez más, volvió a ocurrir. El tercer cuarto de los Warriors ––en este caso, sobre todo, los últimos cuatro minutos–– tumbó a los Thunder.

Stephen Curry, Kevin Durant y Nick Young. Entre los tres ofrecieron un festival de anotación que instauró la locura en el Oracle Arena. Un parcial de 14-0 que pondría a los locales con 18 puntos de ventaja para afrontar el último periodo. Un fuerte golpe para el que los de Billy Donovan no tuvieron respuesta.

Young fue clave en los minutos en los que se decidió el partido anotando lanzamientos consecutivos que daban una ventaja cada vez mayor a los suyos. Terminó con 16 tantos (4 triples de 5 intentos) saliendo desde el banquillo. Una referencia ofensiva más para los Warriors, es imposible llegar a todo. Draymond Green habló sobre ello precisamente: «Ha sido alucinante. Es otro tirador más que la defensa tiene que cubrir. Normalmente juega junto a Klay, Steph o KD. Tienen que elegir dejar a alguien solo», afirmó.

Mala puntería de OKC

Las estrellas de los Thunder no tuvieron su mejor noche tirando a canasta. Paul George hizo 1 de 14, Westbrook 4 de 15 y Carmelo Anthony 6 de 17. Entre los tres anotaron 34 puntos con 11 de 46 en lanzamientos de campo. Contra un equipo como los Warriors es muy complicado ganar con esos porcentajes. George no consiguió anotar su primer tiro hasta la mitad del tercer periodo, después de haber fallado los nueve intentos anteriores.

Duelo intenso

No podía ser de otra manera. Los grandes partidos vienen acompañados de grandes rivalidades y momentos que exigen intensidad. En esta ocasión, Kevin Durant y Russell Westbrook no protagonizaron momentos destacados, más allá de algún uno contra uno que el público agradecía y festejaba. Sin embargo, Carmelo Anthony sí que tuvo un par de encontronazos: primero con Kevin Durant y después con Draymond Green. Como siempre ocurre en estos casos todo quedó en la cancha y no hubo mayores problemas.

Golden State consiguió tumbar por fin a los Thunder en el tercer encuentro entre los dos equipos esta temporada. Aún los veremos cara a cara una vez más: será el 3 de abril en Oklahoma y habrá, como siempre, un gran ambiente que sólo se vive en las mejores noches de baloncesto.


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