Pasara lo que pasara, iba a haber un ganador inédito y ese honor ha recaído ya en la Universidad de Virginia, que este martes doblegó a la Universidad de Texas Tech para coronarse campeón de la NCAA por primera vez en su historia (85-77).
Tras el desastre del Torneo NCAA 2018 para Virginia, los Cavaliers resurgieron de sus profundidades y llenaron el palmarés con el título más prestigioso al que se puede aspirar. Si en la semifinal frente a Auburn la agonía fue manifiesta, con tres postreros tiros libres de Kyle Guy para abrazar la gloria, en el duelo de los duelos el sufrimiento no estuvo ausente para Virginia.
Hunter, héroe
Empezó mal, con casi la mitad del partido en 0 puntos. Y es que prácticamente tardó 20 minutos en conectar sus primeros puntos, pero luego se convirtió en decisivo. De’Andre Hunter acabó con 27 puntos, el tope de su carrera universitaria y en lo que es más importante, encestó un triple a falta de 12 segundos que enviaba el duelo a la prórroga. Alivio absoluto para unos Cavaliers que vieron cómo los chicos de Chris Beard, el hombre que también resurgió de su hoyo tras entrenar en la ABA, les remontaban 10 puntos. Luego, en el tiempo extra, Hunter volvió a doblegar, ya definitivamente, las esperanzas rivales con otro acierto demoledor desde el perímetro a falta de 2 minutos escasos.
Ese 75-73 conseguido en la noche de Minneapolis tras el triple de Hunter haría que Virginia no se bajara ya más del liderato del partido y pusiera rumbo directo hacia el campeonato
Pero la labor de Hunter, al que colocan el equipos de lotería del Draft si decide dar ya el salto al profesionalismo esta primavera, no se redujo a su trabajo excelente en ataque, sino que atrás ahogó a Jarrett Culver, al que dejó en un malísimo 5/22 en tiros de campo.
Guy , MVP
Los nervios, las prisas, la tensión por ganar hicieron que el héroe de las semifinales ante Auburn casi se convirtiera en villano. Con 68-68 tras el citado triple de Hunter que forzaba el tiempo extra, Culver dispuso de una bola para variar el destino, pero erró. El rebote fue a parar a manos de Jerome Hunter y ahí Guy intentó pedir un tiempo muerto con un segundo por jugarse. Los Cavaliers terminaron perdiendo la pelota y dándole una última opción a los de Texas Tech, que tampoco aprovecharon.
El propio Guy, tras su gesta del día anterior desde los tiros libres, fue nombrado MVP de la Final Four. Su 3/3 final ante Auburn hizo que los Cavaliers entraran en la pelea definitiva por el título de la NCAA. “Estaba aterrado”, aseguró el protagonista sobre ese momento, en declaraciones recogidas por IndyStar. “Es el sentimiento más fantástico que he tenido en el baloncesto”, apuntó luego sobre el hecho de ganar la NCAA. “Batallar de la forma en que hemos batallado… es algo fabuloso”.
(Fotografía de portada: Streeter Lecka/Getty Images)