Brandon Ingram está de vuelta. Los Pelicans de la primera mitad de la temporada no. El conjunto de Nueva Orleans sufrió esta madrugada su sexta derrota consecutiva al caer ante los Timberwolves por 102-111, y, tras haberse visto en la cima del Oeste hace no mucho, se sitúa con solo un partido de ventaja sobre los puestos de play-in. Es de esperar, no obstante, que vuelvan a recuperar el ritmo una vez que Zion esté de regreso y cuando recuperen la mejor versión de Ingram, que en esta ocasión pagó cara su larga ausencia.
El alero, que no jugaba desde finales de noviembre, hizo evidente su inactividad y no pudo pasar de los 13 puntos tras firmar un pobre 4/18 en tiros de campo y perder 4 balones. Su presencia estuvo lejos de suponer el impacto que los de Luisiana habrían querido, pero Willie Green dejó claro que es normal que necesite un tiempo para encontrarse a sí mismo y que el simple hecho de verle en la pista es una buena noticia.
«Ha sido genial volver a contar con él» aseguró el técnico. «Aún tiene que quitarse el óxido de encima, lo cual era de esperar».
C.J. McCollum, con 25 tantos, volvió a ser por tanto el encargado de tirar de los suyos, secundado por los 15 puntos y 12 rebotes de Jonas Valanciunas. No obstante, nada de esto sirvió para mantener con vida a los Pelicans, que pese a recortar distancias en el tramo final, nunca tuvieron opciones en la segunda mitad y reflejaron incluso una cierta frustración ante este complicado tramo. De hecho, el propio Green fue expulsado tras protestar de forma muy agitada una falta personal y una técnica señaladas sobre Jose Alvarado, poniendo rumbo a vestuarios antes de tiempo por primera vez en su carrera como entrenador.
Anthony Edwards toma el control
El amo y señor del encuentro fue pues Anthony Edwards, que con 37 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias volvió a brillar y a comandar a Minnesota a un nuevo triunfo. Este estuvo cimentado en el parcial de 11-36 que los visitantes llegaron a encadenar en el tercer cuarto, un tramo que cambió radicalmente el encuentro y que les hizo colocarse con una ventaja de 16 tantos que se dedicaron a gestionar sin excesivos apuros hasta el final. Edwards, como no, fue clave en este momento, pues 14 de sus puntos llegaron precisamente en el tercer periodo.
En concreto, Finch quiso elogiar la habilidad del escolta para anotar en transición, aspecto en el que considera que puede brillar aún más: «Es algo que le llevamos pidiendo que haga desde hace tiempo. Que vaya con todo. En transición es prácticamente imparable».
Rudy Gobert fue el encargado de ejercer de escudero con un doble-doble de 17 tantos y 12 rebotes, mientras que D’Angelo Russell fue segundo en anotación con 19. Los de Mineápolis recuperan así el equilibrio entre victorias y derrotas (25-25) y continúan en ese pack de la zona media del Oeste en el que un par de noches buenas o malas marcan la diferencia entre colarse directamente en playoffs o quedarse fuera de todo.
(Fotografía de portada: Chris Graythen/Getty Images)