Hora y media antes del partido entre Mavericks y Lakers que vencieron los angelinos, Rick Carlisle informó que Lamar Odom no disputaría el encuentro ya que tenía «permiso para atender un asunto familiar. Se unirá de nuevo a nosotros después del parón del All-Star.»
La noticia no dejaría de ser una simple anécdota de no ser por la mala regular season que está realizando el jugador. Odom, elegido el mejor sexto hombre del año la temporada pasada cuando jugaba en los Lakers, promedia los números más bajos de su carrera en puntos (7,7), rebotes (4,5), asistencias (1,7), tiros de campo (35,7%) y minutos (21,4).
La temporada 2011-12 no empezó nada bien para Odom ya que en diciembre se vio envuelto en un traspaso múltiple que le enviaba a New Orleans Hornets. El traspaso fue vetado por David Stern y Odom, furioso, pidió a la dirección deportiva de los Lakers ser traspasado inmediatamente. Los Mavericks acogieron gustosos al jugador y su salario, pero el rendimiento del doble campeón de la NBA ha dejado mucho que desear. Su mal estado de forma es evidente -algo que incluso compañeros suyos han comentado- y parece que los problemas no vienen sólo por el lado físico a tenor de la ausencia del partido de la pasada madrugada.