Los nuevos Charlotte Hornets esperan mejorar esta campaña lo conseguido la temporada pasada -entonces eran los Bobcats- y para ello, la franquicia de la que es dueño Michael Jordan decidió invertir en uno de los jugadores, hasta ahora, más polémicos de la NBA, Lance Stephenson.
El ex de los Pacers no hizo más que mejorar durante los cuatro años que estuvo en Indiana –pasó de jugar 12 partidos promediando 3,1 puntos y 1,5 rebotes, a ser pieza clave del equipo con 13,8 puntos y más de 7 rebotes por encuentro–, pero parece que en Charlotte le está costando arrancar.
Stephenson sumó un 4/18 en tiros de campo durante los dos primeros partidos de los Hornets –los dos se decidieron en los instantes finales contra Milwaukee y Memphis– y, pese a que estuvo muy bien capturando rechaces –10,5 de media– y asistiendo –6 de promedio–, no se le veía cómodo sobre el parqué.
«No está cerca de su ritmo de partido«, dijo su entrenador, Steve Clifford, antes del encuentro de ayer contra los Knicks. Cabe recordar que Stephenson se perdió parte de la pretemporada por una lesión en la ingle.
Signos de mejoría
Tras estar muy desacertado en el tiro en los dos primeros partidos, el escolta de los Hornets volvió a llenar la hoja de estadísticas ayer en la derrota de su equipo en el Madison Square Garden. Stephenson se fue hasta los 14 puntos –4/9 en TC, un porcentaje más normal–, capturó 9 rebotes, repartió 8 pases de canasta y añadió tres robos de balón.
Charlotte espera impaciente a que aparezca la mejor versión de Lance.