Ayer los Lakers se enfrentaban a una virtual eliminación ya que en caso de victoria de Boston, la serie se hubiera puesto 3-0 y en toda la historia del baloncesto norteamericano nadie ha remontado un 3-0. Debido a este dato tan importante, el público de L.A. nunca estuvo animoso y sonriente, sabían que la gran temporada de su equipo podía quedar terminada con una derrota más.
Se llegaron a vivir momentos de auténtico pánico, cuando Boston lideraba el marcador durante gran parte de la segunda mitad y los Lakers eran incapaces de tomar la delantera en el marcador.

Por los Celtics, Ray Allen estuvo espectacular con 25 puntos incluyendo un 5-7 desde el arco. Kevin Garnett y Paul Pierce estuvieron horribles en ataque combinándose para un 8 de 35 en lanzamientos de campo. Garnett acabó con 13 puntos y 12 rebotes mientras que Pierce se quedó en 6 míseros tantos.
Ahora sólo 48 horas de descanso, y la madrugada del jueves al viernes nuevo partido decisivo. Los Lakers no pueden permitirse el fallo en ninguno de los dos encuentros que restan por jugarse en el Staples.
Por cierto, los 168 puntos anotados entre los dos equipos, son la marca más baja de la historia en 64 partidos de Finales NBA disputados entre Lakers y Celtics. El anterior «record» databa de 1969.





