Indiana se juega la vida esta noche. O, por no ponernos dramáticos, el 85% de la temporada.
Y puede que tenga que hacerlo sin su jugador más especial. La presencia de Tyrese Haliburton en el Game 6 de las Finales es ahora mismo una incógnita. El base sigue arrastrando molestias en la pantorrilla derecha y ha sido catalogado como «dudoso» para este sexto asalto. Una baja que, de confirmarse, llega en el peor momento posible: los Thunder están a una victoria de proclamarse campeones de la NBA.
Haliburton ya estuvo claramente limitado en el Game 5 (y poco hace pensar que, aunque jugase hoy infiltrado hasta el bazo, lo haría con la brillantez física de hace sólo unos días). Falló sus seis tiros, anotó solo cuatro puntos y acabó el encuentro visiblemente frustrado. En estos dos últimos días no ha entrenado con el resto del grupo, y el cuerpo técnico tomará la decisión definitiva poco antes del salto inicial.
🙆♂️Ocho jugadores de los Pacers promedian más de 10 puntos en estas Finales (Siakam, su líder anotador: 20,6)
— nbamaniacs (@nbamaniacs) June 19, 2025
🙅♂️Cuatro en el caso de OKC (SGA arrasa con 32,4)
😈 Pero es Holmgren quien tiene el mejor +/- de lo que va de serie (+7)
✌️¿Quién crees que será el héroe del Game 6? pic.twitter.com/VyozjWUETc
Las ‘otras cartas’ de Rick
Si no puede jugar, Rick Carlisle tendrá que improvisar. Y pocos mejores que él en esto. Cómodo sargento de trinchera con las balas silbando sobre su cabeza.
Todo apunta a que Andrew Nembhard asumiría el rol de base titular, mientras que Bennedict Mathurin podría regresar al quinteto inicial tras haber sido suplente en el último encuentro. Otra posibilidad, más improbable pero igualmente lógica, sería darle la alternativa a T.J. McConnell, lo que implicaría quedarse sin su mejor revulsivo desde el banquillo.
¿Y colocar a Obi Toppin de inicio, pudiendo así ganar fuerza en el rebote desde primera hora?
La situación es delicada. Sin Haliburton a pleno rendimiento, los Pacers han perdido fluidez ofensiva y sufrido en demasía para contener el ritmo de OKC. Cualquier decisión esta noche puede ser la última. El margen de error es cero.
El Game 6 arranca a las 2:30 de la madrugada en Indianápolis. Y con o sin Haliburton, los Pacers tendrán que mostrar su mejor versión ante su público para evitar ver cómo el trofeo Larry O’Brien se le entrega al rival en su propia casa.
(Fotografía de portada de Alonzo Adams-Imagn Images)