Las recientes explosiones anotadoras no preocupan a la NBA

Enero de 2024 ha sido un mes cargado de recitales ofensivos. En apenas un lapso de cuatro días, cuatro jugadores superaron los 60 puntos en sus respectivos partidos, y dos de ellos alcanzaron incluso los 70. Luka Doncic, con 73 tantos, igualó la cuarta mejor marca de la historia, mientras que Embiid con 70 y Devin Booker y Karl-Anthony Tows con 62 firmaron también actuaciones descomunales que, sin embargo, no han sido tan bien recibidas como cabría esperar.

Y es que estas cifras dan el pretexto perfecto a aquellos que claman al cielo que en la NBA actual no se defiende. Voces que llegan muchas veces de aficionados que no consumen la liga habitualmente, pero también de ex jugadores a los que les gusta recordar que en su época las cosas no eran así y, de alguna manera, restar algo de mérito a estas cifras. Lo cual ha hecho inevitable que los altos cargos de la propia liga sean preguntados al respecto.

«Así es el baloncesto actual» aseguró Joe Dumars, vicepresidente ejecutivo de operaciones. «Tiene que ver con el ritmo al que se juega y con la cantidad de triples que se lanzan. Jugando así, es más probable que haya explosiones anotadoras. Pero no hay ningún intento por parte de las oficinas de la NBA para que se llegue a ciertos marcadores. Yo salí del partido entre Boston y Denver (100-102) pensando que había sido un gran partido, y eso es lo que los aficionados quieren, grandes partidos. Y en ese sentido, el marcador es secundario».

Estamos sin duda en la era de mayor eficiencia ofensiva que ha vivido la liga, y esto de alguna manera ha hecho que las cifras anotadoras que antes resultaban impresionantes ya no lo sean tanto. En según qué partidos de temporada regular, que un jugador supere los 30 puntos ya no resulta sorprendente, y ni siquiera las noches de 40 tantos llegan ya a impactar en exceso. De hecho, durante la temporada 22-23 se batió el récord de actuaciones de 40 o más puntos con 203, y la 23-24, con 100 a mitad de curso, va camino de acabar como mínimo en segunda posición. Pero como dice Dumars, así es el baloncesto moderno. Se juega más rápido, se tiran más triples, se potencia el spacing y hay talento por doquier. El cóctel perfecto para ver exhibiciones con regularidad.

(Fotografía de portada: Todd Kirkland/Getty Images)