Los Chicago Bulls se jugarán este viernes un puesto en playoffs. El conjunto de Illinois ha logrado mantenerse con vida en el play-in tras imponerse en Toronto por 105-109, poniendo fin al curso 22-23 para unos Raptors que quedaron por tanto eliminados de la postemporada. Ahora los de Donovan se disputarán ser el octavo equipo del Este en las eliminatorias ante Miami, que cayó frente a Atlanta en el duelo entre el séptimo y el octavo clasificado de la liga regular.
Durante muchos minutos, no obstante, todo parecía apuntar a que serían los canadienses quienes se ganasen el billete para la siguiente ronda. De la mano de un gran Pascal Siakam, que anotó 20 puntos en la primera parte, el cuadro de Nurse empezó a tomar las riendas del choque y a abrir la distancia en el marcador ante unos Bulls incapaces de encontrarse a sí mismos en ataque. Un triple de VanVleet en los primeros minutos del tercer cuarto dejó a los locales 19 arriba (66-47) y puso a Chicago contra las cuerdas, una situación que sin embargo pareció servir para despertar a Zach LaVine.
El escolta había firmado una pobre primera mitad en la que no pudo pasar de los 9 puntos, pero se sacudió sus problemas justo a tiempo y, gracias a su capacidad para atacar el aro, empezó a echarse a los suyos a la espalda. Sus incursiones en la pintura le permitieron empezar a sumar regularmente, tanto mediante bandejas como mediante tiros libres, y a medida que fue convirtiendo estas acciones pareció entrar definitivamente en ritmo y sus tiros de media y larga distancia empezaron a ir dentro también. LaVine anotó así 17 de los 25 tantos de los suyos en el tercer periodo, dando inicio a una reacción que culminaría en el cuarto.
En él, fue de nuevo Zach quien con otros 13 llevó la riendas del equipo, firmando una segunda mitad de 30 puntos y alcanzando los 39 a lo largo de la noche. Sin embargo, a diferencia de lo visto tras el descanso, más compañeros empezaron también a aparecer y a secundarle, desbordando a unos Raptors que, por el contrario, cada vez parecían hacerse más pequeños sobre la pista. DeMar DeRozan, que terminó con 23 tantos, logró también varias canastas importantes en este tramo, mientras que Patrick Beverley y Alex Caruso, si bien no brillaron especialmente en ataque, anotaron cada uno un triple fundamental en los últimos minutos que dio a los de Illinois el impulso justo para acabar imponiéndose.
Los tiros libres de Siakam
Chicago logró así llegar a los segundos finales con ventaja, pero ni mucho menos con el partido resuelto. Las diferencias fueron siempre mínimas, y podrían haberse reducido más si Pascal Siakam hubiese estado acertado desde el tiro libre. El camerunés, al que Caruso hizo falta cuando con 104-107 en el marcador buscaba el triple del empate, tuvo la oportunidad de igualar el duelo con sus tres intentos desde el tiro libre, pero solo pudo convertir el primero de ellos y vio las opciones de los suyos volar del Scotiabank Arena. Segundos antes, el ala-pívot erró también otro tiro desde el 4,60 que podría haber reducido las distancias, haciendo a los de Nurse quedarse en un 5/10 desde la línea de personal en el último cuarto que fue una losa bastante pesada.
Siakam terminó pese a todo como máximo anotador local con 32 tantos, seguido por los 26 de un Fred VanVleet que anotó 7 triples y terminó además con 10 rebotes y 8 asistencias. Nada de ello sirvió sin embargo para prolongar la temporada de los canadienses, que tendrán que empezar a trabajar para determinar qué dirección tomar después de un curso no particularmente ilusionante en cuanto a resultados.
Los Bulls, por su parte, tendrán ya la mente puesta en los Heat, a quienes han derrotado en los tres duelos en los que se han medido a ellos esta temporada. Si logran hacerlo también en el cuarto, serán el rival de los Milwaukee Bucks en primera ronda de playoffs pese a haber terminado la liga regular en el décimo puesto. En sus manos está.
(Fotografía de portada: Andrew Lahodynskyj/Getty Images)