LeBron James anunció en los últimos días que aprovecharía el parón del All-Star para someterse a un tratamiento en su tobillo izquierdo, dejando caer que tal vez tuviese que perderse algún partido. Y así será. El alero ha sido descartado para el choque de esta noche ante los Golden State Warriors, a quienes los angelinos tendrán que intentar ganar sin su estrella.
Está por ver si este es el único encuentro para el que es baja, pues los Lakers vuelven a la acción con un calendario bastante comprimido. Los de Ham se enfrentan el viernes a San Antonio y el domingo a Phoenix, duelos para los que el estatus de LeBron es todavía indeterminado.
Con todo, esta no es ni mucho menos una situación que preocupe a la franquicia. La articulación del alero no sufre ningún tipo de daño grave y no hay riesgo de que se pierda un plazo largo de tiempo, de modo que el objetivo del tratamiento no es otro que ayudarle a llegar en la mejor forma posible al tramo final de temporada.
Con 24,8 puntos, 7,8 asistencias y 7,2 rebotes por partido, James está siendo una pieza clave de unos Lakers un tanto irregulares. El cuadro californiano se alzó en diciembre con la Copa NBA, pero desde entonces ha ido mezclando tramos de buenas sensaciones con otros mucho menos prometedores y se sitúa en una novena plaza que deberán tratar de mejorar si quieren garantizar su puesto en la postemporada.
(Fotografía de portada: Ronald Martínez/Getty Images)