Llegan los playoffs y una de las estrellas de la NBA, uno de los líderes del baloncesto mundial en lo que va de siglo, sube un punto más de nivel en su juego. Es el caso de LeBron James, que ha vuelto a demostrar en estas eliminatorias por el anillo que la post temporada está hecha de otro material, que ahí es donde de verdad se juegan las cartas. Y ahí es donde florecen los jugadores decisivos.
James y sus Cavaliers han firmado hasta la fecha un impoluto 7-0 en los playoffs, con 4-0 a los Pacers y el momentáneo 3-0 a los Raptors. En estos siete encuentros, El Elegido ha firmado 34,3 puntos, 9 rebotes, 7,3 asistencias, 1,6 tapones y 2,4 robos (mejor registro personal hasta el momento). Y lo ha hecho con una media de 41,9 minutos por duelo, una carga de minutos que no parece pesar en el de Akron, quien a sus 32 años reconoce que lleva la mitad de su vida jugando al mejor nivel.
Según recoge thestar.com, el diario líder la información en Toronto, James aseguró no saber si estaba jugando ahora su mejor baloncesto. “Ya veremos. He estado jugando al máximo nivel desde hace mucho tiempo, desde que tenía 16 años”.
Eso sí, El Rey ha alabado el poder y el valor de la experiencia para ser todavía mejor sobre una cancha. LeBron ha crecido desde que debutara en la NBA en 2003, desde que pisara sus primeras Finales en 2007.
“Creo que es el lado mental. Cuando yo tenía 22 años no estaba preparado para esto. Tú lo sueñas, lo quieres, pero no tenía entonces la experiencia que tengo ahora. Pienso en 2007, mi primera vez en las Finales. Mentalmente, nunca había sido parte de algo así, de modo que no sabía cuánto compromiso, cuánto sacrificio tenía que llevar a cabo, no sólo para mí sino también para mi equipo. Pero fue una experiencia y sin ella no sería lo que soy ahora.”