Se criticó la escasa insumisión que ofreció en Oakland; se vaticinó que, una vez más, caería en las Finales de la NBA o que no es un jugador hecho para cerrar títulos. Sin embargo, los atributos de LeBron James en las Finales son incontestables si se observan desde un prisma estadístico.
El jugador de los Cavaliers es, tanto de Warriors como de Cleveland, quien más puntos mete, más rebotes coge, asistencias empaqueta, balones roba y minutos juega en la presente ronda por el anillo. Tiranía en todos los nichos medibles e importantes del juego.
LeBron está en 24,7 puntos por noche a lo largo de los tres partidos de las Finales; también en 10,3 rebotes, 8,0 asistencias, 2,3 robos y 38,3 minutos jugados. Sus métricas de juego demuestran la completa labor del alero, algo camuflada (es cierto) en los dos primeros partidos de Oakland.
En puntos, Kyrie Irving (22,0) y Draymond Green (16,7) son quienes más cerca quedan de James. En rebotes, Tristan Thompson (10,0) y el propio Green (8,3) le persiguen; en asistencias, Green otra vez (6,3) y Stephen Curry (4,3).
Nadie más
Y en minutos, LeBron supera al segundo denominador común más frecuente —nuevamente Green —por un minuto y medio (38,2 a 36,7). Pero nadie hace ninguna de las cosas anteriores más veces que él.
RELACIONADO: Los Cavs, una victoria y no más
Datos empíricos que hablan bien del concurso de LeBron James en las presentes Finales. Empleo que de muy poco servirán si esta noche los Cavs no vuelven a marcar territorio en el Quicken Loans Arena de Ohio (a las 03:00 horas en España, cinco menos en Argentina).