Después del entrenamiento de los Cavaliers de ayer viernes, LeBron James no dejó de practicar el tiro fallido que pudo haber dado la victoria a su equipo en el primer partido de las Finales. Pese a que la estrella de Cleveland hizo un gran partido, a buen seguro que muchos aficionados recordarán ese tiro como algo que pudo haber cambiado el curso de esta eliminatoria, ya que de haber entrado tampoco se hubiera lesionado Kyrie Irving.
«No es algo agradable, desde luego. Ayer no dormí mucho», reconoce LeBron James. «Le das vueltas a la cabeza sobre algunas jugadas en concreto que podrías haber hecho diferente para ayudar a tu equipo ganar, la mente nunca te deja descansar, así que las siguientes horas después de una derrota son duras. Aun así, de repente llegas a un punto en el que vas a estudiar el vídeo del partido, como ya he hecho, para prepararte mentalmente de cara a lo que hay que hacer en el segundo partido», añadió James.
Algunos jugadores de los Warriors han declarado tras el encuentro que aceptan que LeBron les meta 40 puntos con tal de que el resto de sus compañeros tengan una tarea más complicada.
«Definitivamente, preferimos los 44 con menos asistencias«, dijo Harrison Barnes. «En comparación con que meta 25 y 10 asistencias y entonces J.R. Smith, Thompson, Dellavedova tengan grandes partidos. Estamos obligándole a ser un anotador. Es como que le dejamos hacer eso y limitamos al resto«, añadió el alero de los Warriors.
LeBron James tardó poco tiempo en responder:
«Primero de todo, no me dejas meter 40 puntos, yo salgo ahí y los meto. No es que me estén dejando anotar y apartándose. No me dejan meter 40, yo estoy metiendo esos tiros», declara James.
LeBron sigue creyendo que su elección de tiro para esa última jugada era la adecuada al añadir que cuando está «en buen ritmo» es un tiro que él es «muy capaz de meter». «Simplemente no entró«, finalizó LeBron.