Después de ser reanimado con una intensa sesión (más de dos bolsas) de fluidos intravenosos y de ingerir suplementos para fomentar la hidratación de su cuerpo, LeBron James alegó que cree que estará en plena disposición y energías para el Game 2 de las Finales, que se disputará el domingo.
Ya repuesto de su problema, James, que abandonó la pista en el cuarto periodo cuando su equipo solo perdía por dos puntos, dijo estar enfadado con su cuerpo por dejarle tirado en un momento «tan crucial».
«Por razones obvias, estaba enfadado, decepcionado conmigo mismo», dijo James y recogió ESPN.com. «Hice todo lo que necesitaba para preparar este partido, preparar este momento y sentí cómo mi cuerpo me fallaba. Estaba enfadado por no haber podido ayudar a mi equipo a ganar».
Acerca de los ríos de tinta e imágenes que, a raíz de su desfallecimiento, pusieron en entredicho su dureza, el alero dijo no estar demasiado preocupado. «Realmente no me importa lo que la gente diga de mí, no me importa esa marca de bebidas (en referencia a Gatorade y su mofa hacia el jugador). No voy ni a decir su nombre«, recalcó el «6» de los Heat.
«Esto va de los Spurs y de los Heat, y de nadie más. No me importa».
El aire acondicionado, listo para el domingo
A primera hora (americana) de este viernes, el AT&T Center emitió un comunicado informando que el aire acondicionado del pabellón estará operativo para el segundo partido de la ronda definitiva.
A este respecto, Erik Spoelstra esgrimió que si los Spurs no pueden mantener una temperatura apropiada en su pabellón de juego, deberían ser multados por la NBA.
«No queremos poner excusas, fue una situación desafortunada para los dos equipos. Probablemente no vuelva a ocurrir… si lo arreglan. Si no, deberían ser multados», dijo el técnico.