Ya van varios años desde que LeBron James dio a conocer la ambición de jugar con su hijo Bronny una vez este llegase a la NBA. Este curso primogénito jugará su último curso antes de poder declararse elegible para el draft. Su padre ya dejó claro el pasado febrero que no tendría ningún reparo de firmar por el equipo que le seleccionase, aunque su renovación con los Lakers por dos años complica o pospone esta opción. Sin embargo, en un artículo que hace las veces de portada para Sports Illustrated sobre la proyección de Bronny y Bryce James, LeBron dice que cree posible jugar con sus dos hijos en la mejor liga del mundo.
Bryce aún tiene 15 años, por lo que le restan cuatro para verse en la tesitura de su hermano mayor. No obstante, hace meses que la expectación sobre él se ha disparado por las nubes después de su último gran estirón. Nada que sorprenda dada la trascendencia mediática que rodea siempre a su padre. Compartir cancha con ambos significaría que LeBron siguiese jugando entrados los 40, ya que cumplirá 38 el próximo diciembre. «Siento que puedo seguir jugando bastante tiempo. Todo depende de mi cuerpo y, sobre todo, de mi mente. Si puedo mantenerme mentalmente fresco y motivado, ni siquiera el cielo es el límite para mí».
(Fotografía de portada de Christian Petersen/Getty Images)