La salud no fue aliada de los Cavaliers en su complicado compromiso ante New Orleans. Molestias musculares dejaron a Kyrie Irving en la banda por segundo partido consecutivo, y tanto LeBron James como Kevin Love jugaron lejos del 100% por enfermedad. Pero, pese a ello, los Cavs consiguieron sacar el triunfo por 90-82 gracias a sus secundarios.
Los banquillos decidieron
James acabó siendo el máximo anotador con 26 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias. Pero la victoria hubiera sido imposible sin el banquillo. El trabajo de Channing Frye (14 puntos, con 4/7 en triples), Richard Jefferson (12 puntos y 12 rebotes) y el sorprendente Kay Felder (12 puntos) desmontó de forma especial a la segunda unidad de New Orleans.
Especialmente llamativo fue el trabajo de Felder, el jugador de menor estatura de la NBA junto a Isaiah Thomas. El base novato revolucionó a los Cavs con un juego de vieja escuela, buscando el tiro desde media distancia y entrando en la pintura. Su rapidez sobrepasó a la defensa de New Orleans, mucho menos efectiva sin Anthony Davis compartiendo cancha con los titulares.
En la salud…
Davis terminó con 20 puntos, 17 rebotes y 3 tapones, mientras que el novato Buddy Hield siguió en trayectoria ascendiente como titular con 20 puntos y un 4/6 en triples. Gracias a ambos jugadores, los Pelcians llegaron a estar por delante durante gran parte del partido. Pero un atasco ofensivo en el último cuarto (13 puntos, con un 19% de acierto en tiros de campo) y un efectivo último esfuerzo de LeBron James decantó la balanza para Cleveland.
Kevin Love tuvo que hacer una visitar el vestuario durante el duelo por sus síntomas de enfermedad. Según su entrenador Ty Lue, una lubina en mal estado le hizo adelgazar casi 5 kilos en los últimos días. Por su parte, LeBron James tuvo que tomar medicamento antigripal. Eso sí, los Cavs ganaron su 13º partido consecutivo con su estrella jugando, incluso en la enfermedad. Las únicas dos derrotas desde hace un mes de Cleveland fueron sin James en cancha.