LeBron James es uno de esos jugadores que en cualquier traspiés encuentra un atasco de motivos para volver más fuerte en la siguiente ocasión. Imaginemos, pues, la de cuentas pendientes que ha imaginado consigo mismo tras las pasadas Finales 2017, en las que los Cavaliers cayeron (4-1) ante la tiranía de los Warriors. El alero de los Cavs se encuentra ya preparando su puesta a punto para la pretemporada, y su hambre está en máximos históricos.
De acuerdo a las fuentes privadas, cercanas al jugador, que ha podido consultar el periodista Dave McMenamin, el estado emocional de LeBron James en su trabajo estival es de «obsesionado». Enfrascado con su sentimiento de revancha y su orgullo de campeón herido prepara el ’23’ la temporada.
El monstruo @KingJames se entrena para seguir viniendo a vernos. pic.twitter.com/5oLtu8u76A
— nbamaniacs (@nbamaniacs) August 22, 2017
Nuevos aires
Desde este martes, además, LeBron James sabe que contará con sangre fresca en la plantilla de Cleveland. Isaiah Thomas, Jae Crowder y el novato Ante Zizic son ya nuevos efectivos en los Cavs. A cambio, el amotinado Kyrie Irving ya no forma parte de la familia de Ohio.
James e Irving han formado juntos tres años en total, desde el regreso de LeBron James a Cavs en 2014, con un saldo de tres Finales seguidas y un anillo (2016) de campeones. A pesar de extenderse solo por tres años, la conexión Irving-LeBron es ya historia de la competición.