Tras el toque de atención que recibió Luke Walton por parte de Magic Johnson hace apenas tres días, en el que el dirigente angelino le reclamaba al técnico que empezasen a llegar las victorias, los Lakers han logrado su victoria más relevante de lo que va de temporada. 110-114 en Portland ante unos Blazers que llevaban 16 victorias de manera consecutiva sobre el conjunto de Los Ángeles, una de las rachas en contra más longevas que quedaban presentes en la liga.
Escuchar a LeBron James tras el encuentro fue realmente diferente a la versión de la semana pasada en la que el alero, de forma ostensiblemente enfadada, mostraba la necesidad de dejar de perder los partidos que llegaban al final ajustados en el marcador. Anoche, LeBron comentaba que lo vivido ante los Blazers había sido «una gran victoria» e incluso tuvo palabras para el cuerpo técnico del equipo.
«Escuchadme. El cuerpo técnico nos pone en posición para poder ganar. Y luego ya queda en nosotros salir ahí y ejecutar [sus órdenes]. A Luke no le importa lo que sucede fuera. A nosotros tampoco. Soy la última persona para preguntar sobre este tipo de escrutinios o cosas por el estilo. Este tipo de asuntos no me interesan. Lo único que me importa es lo que sucede en el vestuario, tanto cuando estamos en casa como cuando estamos fuera», arguyó el jugador, en declaraciones recogidas por ESPN.
«Para nosotros [es muy positivo] ser capaces de igualarnos con un equipo tan bueno como este. No hemos jugado tan bien como querríamos en uno de los lugares más complicados de todo el Oeste, pero ha sido una buena victoria», añadió.
Sabiendo cerrar los últimos cuartos
Se trata de la segunda vez en la que los Lakers evitan colapsarse cuando llegan los minutos finales. Ya pasó ante los Mavericks el pasado viernes y volvió a verse anoche, cuando los angelinos iban ganando de 20 a falta de nueve minutos para acabarse el encuentro y vieron cómo los locales se ponían a solo cinco puntos cuando quedaba un minuto por jugarse. JaVale McGee, esencial con un rebote ofensivo y luego una bandeja que pondría a los Lakers a siete de ventaja, cada vez es menos una sorpresa en el esquema de un Walton que va aprendiendo a lidiar con finales en los que el rival aprieta y pone en peligro una victoria que parecía ser más clara.
«Esto sirve para mostrar que lo que estamos haciendo funciona», declaró Walton. «Es difícil conseguir una victoria en Portland, incluso cuando ellos no tienen a su mejor equipo. Y ahora, cuando sí lo tienen, es incluso un reto mayor. No es fácil venir aquí y batir a Portland. Tienes que jugar de una forma sólida, y eso solo empieza con una sólida defensa. Creo que hemos logrado hacerlo para ponernos con una gran ventaja, que ha acabado siendo suficiente cuando Damian Lillard y C.J. McCollum han apretado al final. Y hemos sido capaces de pararles. Y, obviamente, tener a LeBron para ayudarnos a cerrar el partido es algo muy importante para nosotros».
Seguir mejorando
Aparte de la buena actuación de McGee, con 12 puntos, 9 rebotes y 6 tapones; así como la del mismo LeBron, autor de 10 de sus 28 puntos durante el último cuarto; Walton también estaba orgulloso de ver cómo habían sido capaces de responder otros jugadores en un lugar tan complicado. El mejor ejemplo de ello es Rajon Rondo, quien completó una noche fantástica con 17 puntos, 10 rebotes, 6 asistencias y 3 robos. Y todo ello saliendo desde el banquillo.
«Nos sentimos bien al saber que los Lakers ha vencido a un equipo con el que llevábamos 16 derrotas. Nos sentimos bien al ver cómo el equipo está mejorando y cómo acabamos de realizar un partido muy serio. Hemos logrado unir al grupo. Esas cosas son las que te hacen sentir bien. Ahí es donde está mi interés y donde siempre va a estar. ¿Qué puedo hacer para que este equipo dé su mejor versión y siga mejorando? Creo que anoche fue una señala de que como equipo estamos haciendo las cosas bien», añadió Walton.