Lillard cree que la presión mediática hace a los jugadores rechazar contratos supermáximos

Damian Lillard firmó recientemente una extensión por un contrato supermáximo que le hará seguir vinculado a los Blazers hasta 2025. El base continuará de esta forma en el equipo para el que ha jugado desde su llegada a la NBA, lo cual es condición sine qua non para poder acceder a dicho contrato, por el cual recibirá un salario equivalente al 35% del límite salarial. Según las aproximaciones, el de Portland podría cobrar alrededor de 54 millones en la temporada 2024-25.

A priori, esto suena como una opción muy tentadora para muchos jugadores, pero la realidad demuestra que no lo es tanto. Recientemente, hemos visto a muchos hombres renunciar a renovar por estos contratos (como es el caso de Kemba Walker, que tenía la opción de firmarlo en Charlotte) o pedir el traspaso a sus franquicias, perdiendo así la opción de obtener dicha cifra cuando sean agentes libres (por ejemplo, Anthony Davis), algo que Lillard achaca a la presión mediática.

«Creo que los jugadores huyen de esta opción por los medios de comunicación y esas cosas» aseguró en una entrevista en The Joe Budden Podcast. «La influencia externa, gente hablando sobre su legado… Empiezan a decir ‘tiene que hacer esto, tiene que hacer lo otro’ y se dejan llevar. Al final acaban diciendo que lo que quieren es ganar y que no les importa el dinero. De verdad, hay gente que toma sus decisiones basándose en esas cosas».

«Que haya tanta gente diciendo que necesitas ganar y no pensar en cuánto vas a cobrar supone una presión. Pero no creo que el hecho de quedarte en tu franquicia y no renunciar a un gran contrato significa que no quieras ganar» continuó.

Es bastante probable que Lillard tenga razón en lo que dice, al fin y al cabo es alguien que lleva años en la NBA, pero quizás sea precipitado ser tan asertivo con este tipo de cosas. Cada jugador es un mundo, y si bien seguramente podamos encontrar casos que encajen con sus declaraciones, tampoco tardaríamos en encontrar las correspondientes excepciones. De hecho, la fidelidad sigue siendo un valor muy preciado por los seguidores de la Liga, y casos como la marcha de Durant a Golden State, renunciando a dinero en busca del éxito, fueron de lo más impopulares.

Además, actualmente nos encontramos en una época especialmente propensa a este tipo de decisiones debido al cada vez más creciente límite salarial. Los contratos que se firman son cada año más lucrativos, lo que hace más asumible para los jugadores renunciar a cierta cantidad de dinero para fichar por un equipo de más nivel o incluso para aglutinar varias superestrellas en una misma plantilla. Es menos doloroso perder 5 millones de dólares cuando cobras 30 que cuando cobras 15.

Con todo, lo que está claro es que Damian es uno de esos ejemplos de fidelidad a una franquicia que ya no se ven tanto, pues de hecho él mismo ha declarado querer ser el Blazer más importante de todos los tiempos. Sin duda, independientemente de lo que cobre, sus méritos deportivos le acercan cada día más a dicho objetivo.

(Fotografía de portada: Jonathan Ferrey/Getty Images)


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