Damian Lillard parece vivir continuamente un paso por detrás. Líder indiscutible de Portland Trail Blazers, su juego está al nivel de los mejores; sin embargo, los reconocimientos -no es elegido All-Star desde 2014-, y los resultados colectivos -cuatro años en playoffs sin pasar de semifinales de conferencia-, le hacen sentir un regusto amargo del que desea librarse cuanto antes.
«Quiero ganar un campeonato. Creo que es así de simple. Tras mi año de novato he estado siempre en la postemporada y es realmente divertido. Simplemente ganar una ronda me hace sentir bien. Me han enviado para casa, pero llego a cada temporada convencido y creyendo plenamente en que vamos a llegar y sorprender a todos», explica a The Oregonian.
Pese a sentirse orgulloso de los pasos dados en su carrera, el base de los Blazers cree que ha llegado el momento de ir más allá. «En este punto siento que necesitamos un avance. Estoy listo para llegar a las finales de conferencia y a las Finales. Estoy cansado de verlo desde fuera. ¿Sabes de lo que hablo? Trabajo mucho en mi juego, los demás lo hacen bien, vamos en la dirección correcta pero simplemente nos quedamos cortos. Cada año me molesta más. Siempre pienso: ¿qué puedo hacer diferente? ¿Cómo puedo cambiar? ¿Qué puedo hacer para mejorar? La razón es que quiero ganar», señala.
Perdiendo terreno
Van dos temporadas perdiendo contra Golden State, algo que en cierto modo le obsesiona, pero lo que realmente le preocupa es que otros equipos progresen mientras ellos se mantienen en el mismo escalón -léase Houston, Minnesota u Oklahoma City-. «Si nuestra plantilla se mantiene, iremos con ella a la guerra. Saldré creyendo que podemos lograrlo independientemente de lo que diga el roster. Pero sé que lo que nos da una mejor oportunidad es mejorar la plantilla como todos hacen. Los mejores equipos están intentando mejorar sus plantillas, así que entiendo que deberíamos tratar de hacer lo mismo», sentencia en referencia al poco movimiento que se ha dado desde la oficina de Portland.
La opción Carmelo
Con 138 millones de dólares comprometidos para el próximo curso, claro está que la agencia libre no iba a hacerles mejorar; sin embargo, la opción de un traspaso parece ir cogiendo forma, al menos la de rumor. Ayer mismo, y ante el deseo de Carmelo Anthony de abandonar New York, tanto Lillard como C.J. McCollum trataban de convencerle declarando que lo ven como una opción real. Sin duda sería el movimiento pefecto respecto a lo que reclama el base.