Ver un triple game winner en el último suspiro es en sí una anomalía; verlo dos noches seguidas y con el mismo jugador como protagonista… te deja sin palabras.
DeMar DeRozan está completando una temporada de ensueño. Hace algo más de 24 horas tomaba Indiana con un triplazo. Al siguiente partido, visitando a los Wizards, estando encerrado en una esquina y con dos rivales atosigándole, repitió la historia para dejar a los capitalinos destrozados con otra canasta de auténtica locura y que entra directamente en la historia. Según datos de BasketballReference.com, DeRozan es el primer jugador que logra dos canastas ganadoras sobre la bocina en noches consecutivas en la historia de la NBA.
«Es increíble, especialmente hacerlo en la carretera. No sé si estoy soñando o si es real en este momento. Trabajas duro y entiendes que si estás en esas posiciones, tratas de aprovecharlas lo mejor que puedes, ya que vas a tener partidos en los que fallarás», expresa el escolta de Chicago.
DeRozan completó su noche con 28 puntos y 9 rebotes, Nikola Vucevic logró otro doble-doble al irse a 20 puntos y 12 rebotes y Zach LaVine fue el máximo anotador con 35 puntos. Todos contribuyeron para que los Bulls remontasen y ganasen un partido que parecía que se les escapaba cuando a falta de ocho minutos iban 10 abajo (102-92).
No desfallecieron pese a la adversidad. Con segundos por jugar estaban un punto arriba (116-117) y fue entonces cuando Kyle Kuzma (fantásticos con 29 puntos y 12 rebotes) conectaba un triple con 3.3 segundos por jugar que apuntaba a llevar el delirio a la afición de los Wizards. Como ya sabemos, DeRozan tenía otros planes y terminó por dejar a su rival con la miel en los labios en el último instante.
«Simplemente hizo una gran jugada. Fue defendido bastante bien. Es duro. Es duro perder un partido así»,expresa el entrenador jefe de Washington, Wes Unseld Jr..
Beal, repartiendo juego como base
Bradley Beal ejerció anoche como point guard de los Wizards y el resultado fue más que satisfactorio. El All-Star logró 27 puntos, algo habitual en él, pero repartió además 17 asistencias. Concluido el choque se mostró satisfecho con el esfuerzo del equipo y achacó la derrota a un detalle llamado DeRozan. «Es lo que hace. Asume tiros difíciles y los mete. Hicimos todo lo que pudimos para ganar, pero DeRo hizo un tiro de locura al final del partido. En cierto modo, ese tiro es desmoralizador y te deja sin energía, pero saber que competimos y jugamos duro, que estuvimos en el camino para ganar, hace que en parte te sientas genial».
(Fotografía de Adam Glanzman/Getty Images)