Damion Lee intentó apagarlo al acabar la noche, pero desconocemos si lo consiguió. Stephen Curry disputó todo el partido frente a Portland Trail Blazers con su muñeca derecha en llamas. El dos veces MVP de la NBA realizó la mejor actuación ofensiva de su carrera al conseguir 62 puntos que fueron determinantes para que los Warriors batiesen a la franquicia de Oregon por 137-122.
En una noche asombrosa, Curry firmaría una tarjeta de tiro con 18 de 31 en tiros de campo, incluyendo un 8 de 16 en triples. Por ponerle en un pero, vio interrumpida su racha de tiros libres anotados de forma consecutiva para dejar el récord de la organización en 80. Es mera anécdota. En el primer cuarto llevaba 21 puntos, al descanso eran 31 y a menos de un minuto para el final llegaba a los 62 puntos. Más allá de la marca, asombrosa de por sí, Curry se ha convertido en el primer jugador que logra dos mitades de más de 30 puntos desde que lo hiciese Pete Maravich con los New Orleans Jazz el 25 de febrero de 1977.
«Me encanta. Me encanta todo lo que ofrece este juego, la competitividad y los momentos calientes. Nunca huyo de eso. Simplemente estoy emocionado por encontrarme en esa atmósfera que me da la posibilidad de jugar al más alto nivel y hacer lo que hago».
El anterior récord anotador del base de 32 años databa del 27 de febrero de 2013, cuando se marchó hasta los 54 puntos ante los New York Knicks en el Madison Square Garden. La de anoche, una actuación que nos hace recordar que un tal Wilt Chamberlain llegó a los 60 puntos en 27 ocasiones, supuso que Curry alcanzase justo 27 cuartos de al menos 20 puntos a lo largo de su carrera. «Es un privilegio entrenarlo, realmente lo es», es lo que dijo Steve Kerr al concluir la noche.
Ante tal despliegue poco pudo hacer Portland. Si bien se mantuvieron durante gran parte del partido rondando una desventaja de 10 puntos, el ritmo de Golden State –de Curry– siempre les mantuvo a raya. Los 32 puntos de Damian Lillard, los 28 que aportó C.J. McCollum o el doble-doble de 24 puntos y 12 rebotes que sumó Enes Kanter desde el banquillo, fueron insuficiente.
Green aumenta sus minutos
Curry pone la magia, pero de igual modo los Warriors necesitan la energía de Draymond Green. El ala-pívot comenzó tarde los entrenamientos de pretemporada tras haber dado positivo en coronavirus, y una vez superada la enfermedad hubo de ausentarse de los cuatro primeros partidos del curso por una lesión en el pie derecho. Tras debutar disputando 18 minutos en el primer choque ante los Blazers, ayer se fue hasta los 18 para aportar 1 punto, 8 asistencias, 3 rebotes, 1 robo y 1 tapón.
(Fotografía de Ezra Shaw/undefined)