La situación de Lonzo Ball con Big Baller Brand parece cada vez más problemática. Tras conocerse la posible estafa de Alan Foster, cofundador de la empresa de zapatillas, el base de los Lakers ha decidido demandarle por «conspirar para malversar millones de dólares y desviar esos fondos para uso personal, por ejemplo, la adquisición de activos en Etiopía». Lonzo reclama algo más de 2 millones de dólares más una posible indemnización por daños.
Según ha informado ESPN, el jugador alega que «Foster robó a la familia Ball millones de dólares mediante la creación de varias empresas en las que se otorgaba a sí mismo la titularidad y el poder de gestión». Poco después de darse cuenta de esto, Lonzo cortó todo tipo de relación con él, y ahora ha decidido llevar al caso a los juzgados.
Foster se hizo con el 16,3% de la empresa gracias a su amistad con LaVar Ball, padre de Lonzo, y de hecho fue él quien les convenció de crear su propia marca cuando el base decidió presentarse al Draft de 2017. Recientemente se ha sabido que contaba con antecedentes de estafa y otros crímenes, información que era desconocida para los Ball por aquel entonces. De hecho, una vez que el base fue consciente de todo ello, Foster le «amenazó con difundir públicamente información falsa y comprometedora relativa a él y su familia».
La ruptura del jugador con la marca es definitiva, hasta el punto de que se ha cubierto el tatuaje de Big Baller Brand y podría estar cerca de firmar un acuerdo con Nike. No obstante, la situación jurídica del caso no será tan fácil de resolver, y habrá que ver cómo evoluciona y si finalmente la justicia acaba dando la razón a Lonzo y a su familia en su demanda.
(Fotografía de portada: Sarah Stier/Getty Images)