Lonzo Ball ha vuelto a jugar un partido oficial más de dos años y medio después. El base, que puso fin a una sequía de más de 1.000 días durante los amistosos de pretemporada, ha vuelto por completo a la acción durante el primer duelo del curso, en el que los Bulls han caído en Nueva Orleans pero en el que pudo reencontrarse con la competición después de demasiado tiempo de espera.
El base, que entró al choque a mediados del primer cuarto, tuvo la oportunidad de disputar 13 minutos, en los que anotó 5 tantos, repartió 4 asistencias y capturó 2 rebotes. Tras la conclusión del encuentro, reconoció su emoción y su deseo de poder contar con más tiempo cuando los servicios médicos se lo permitan, pero quitó también algo de pompa a la situación admitiendo que no había sido tan distinta de su regreso durante la pretemporada.
«Ha sido bastante parecido a los partidos amitosos» admitió. «He tenido los mismos tiros y los mismos minutos, y el objetivo ha sido aprovechar al máximo el tiempo que he estado ahí fuera. Quiero estar en pista todo el rato, pero tengo que escuchar al cuerpo técnico y hacer lo que sea mejor para el largo plazo».
«Cada vez que el entrenador diga mi nombre voy a intentar darle unos buenos minutos» añadió. «Por ahora estoy contento de poder jugar, aunque me habría sentido mejor si hubiésemos ganado. Vamos a por el siguiente».
Los 13 minutos de Lonzo estuvieron divididos en tres pequeños tramos que le permitieron no forzar su cuerpo en exceso. De ellos, el más largo fue del que dispuso en el segundo cuarto, en el que estuvo casi siete minutos en pista y, pese a no anotar, aportó una buena defensa y distribución a los suyos que les permitió firmar un parcial de +10. Está por ver ahora cuándo pueden aumentar sus minutos a medida que avance la temporada, en la que parece que su objetivo es recuperar tanta normalidad como sea posible.
(Fotografía de portada: Sean Gardner/Getty Images)
