Las dudas han quedado disipadas –a medias–. Cuando se anunció que Lonzo Ball regresaría a las canchas tras más de dos años de ausencia, no pocos pensaron que no sería posible volver a verle a buen nivel. Sin embargo, en el tiempo que ha estado en pista ha sumado mucho a unos Chicago Bulls que están en la carrera para ser al menos equipo de play-in.
Si bien los datos señalan que Ball solo ha disputado ocho de los 25 partidos posibles, también es cierto que su ausencia de varias semanas se ha debido a una lesión de muñeca que nada tiene que ver con su rodilla reparada quirúrgicamente. Él mismo explica a Joe Cowley del Chicago Sun-Times que está mejor de los esperado.
«Para ser honesto, estoy mucho mejor de lo que pensé que iba a estar al principio seguro. Aún hay algunos contratiempos, sobre todo en lo que se refiere al ritmo con el balón, pero en general me siento cómodo ahí fuera. Siento que realmente no he perdido el ritmo, así que simplemente intento dar al equipo buenos minutos cada vez que tengo oportunidad», expresa.
Lo cierto es que el tiempo que Ball ha estado en pista ha sido muy positivo. Según explica el citado periodista, los Bulls tienen un +/- de +6,5 puntos cuando ha estado en pista, mientras que sin él cae al -5,4. El plan del equipo es que vaya viendo aumentado su tiempo sobre el parqué. Billy Donovan explicó recientemente que la restricción había subido a 20 minutos por noche y que seguiría al alza según avanzase la temporada.
