Lonzo Ball estuvo presente en el entrenamiento privado que realizó su hermano LiAngelo Ball junto a otros jugadores en las instalaciones de Los Angeles Lakers. El mediano de la saga Ball está levantando bastantes expectaciones, ya que, tras salir por la puerta de atrás de UCLA y jugar media campaña en Lituania, ya son varios equipos los que han querido citarse con él, tales como Phoenix Suns, Oklahoma City Thunder, Los Angeles Clippers y el citado conjunto de oro y púrpura.
Numerosos analistas ni siquiera le consideran una segunda ronda del Draft 2018; no obstante LiAngelo ha dejado claro que su incidente en China está olvidado y que su paso por Lituania le ha ayudado a madurar como persona y como jugador. «Realmente no recuerdo mucho de eso. Seguí adelante, fui al extranjero y aprendí muchísimo. Ahora he vuelto y espero demostrar mi talento aquí», señaló a ESPN.
«Simplemente me ha ayudado a madurar y a saber lo que tengo que hacer y no preocuparme por cosas externas. Estoy concentrado totalmente en mi juego», agregó.
LiAngelo, de 19 años, le gustaría seguir los pasos de Lonzo y tener una oportunidad en los Lakers. Sin embargo, su hermano llegaba como una estrella universitaria y él todavía tiene que demostrar que merece un hueco en la NBA. En 14 partidos oficiales en las filas del Vytautas Prienu ha promediado 12,6 puntos, 2,8 rebotes y un 41,5% en triples en 21.,7 minutos por noche.
«No estoy seguro de lo que pasará en el Draft. Simplemente estoy jugando con todas mis fuerzas y cualquier equipo que crea que puedo producir para ellos, allí estaré listo para jugar», admitió LiAngelo. «Creo que lo hice bien. Fue un buen entrenamiento. Mostré que puedo anotar esos lanzamientos, y obtuve algunas victorias en los 2 contra 2 y 3 contra 3. Solo quise demostrar que puedo jugar a este deporte», concluyó.