Contando con sólo 10 jugadores tras la salida de otros cinco el pasado jueves, Phoenix Suns fue incapaz de lograr un triunfo ante Minnesota Timberwolves, que les hubiese servido para volver a colocarse octavos en la Conferencia Oeste, puesto que ahora mismo ocupa Oklahoma City Thunder.
Sin Goran Dragic, ahora en Miami Heat, ni Isaiah Thomas, en Boston Celtics, fue Markieff Morris quien se erigió como el líder de los de Arizona para finalizar con 31 puntos, estando bien secundado por su hermano Marcus Morris que se fue hasta los 14; sin embargo, los Wolves, ya sin lesiones, demostraron estar en un gran momento de juego.
Reinando la igualdad a lo largo del choque no fue hasta los últimos minutos cuando se acabó decidiendo gracias al mayor acierto de Minnesota, que cerró la noche con un parcial de 11-4 a su favor para imponerse finalmente 111-109.
Por parte de los Timberwolves el máximo anotador fue Kevin Martin con 28. También destacaron las actuaciones de Andrew Wiggins, que alcanzó los 20, de los pívots Nikola Pekovic y Gorgui Dieng, ambos acabaron con un doble-doble de puntos y rebotes, y de Ricky Rubio, que se acercó al triple-doble al finalizar con 10 puntos, 14 asistencias y 8 rebotes.
Pensando en el futuro
Con un balance positivo de 4-3 desde que regresase al equipo Ricky, en Minneapolis miran al futuro con cierto optimismo, algo que queda patente con el mensaje que trasladó el base español al resto del equipo antes del partido. «Hablé con los chicos… Estamos jugando para el futuro, para el próximo año. El futuro empieza ahora mismo«, señaló.
Guiño a Garnett
A falta de que se de a conocer cómo será el recibimiento de Kevin Garnett en su primer partido tras el regreso a Minneapolis, los Wolves dejaron anoche un primer aperitivo al mostrar su imagen para cerrar el vídeo de presentación bajo el lema: ‘Grandes cosas están llegando’.