Los dos aparentes líderes actuales en la lucha por el MVP chocaron este jueves en Houston. James Harden y Russell Westbrook, ex-compañeros en Oklahoma City e indiscutibles líderes en sus respectivos equipos, se enfrentaban en dinámicas opuestas. Y, para alegría de Rockets y tristeza de Thunder, éstas se acentuaron. Houston logró su sexta victoria consecutiva tras imponerse por un ajustado 118-116.
Exagerado Westbrook
El equipo tejano, pero, dejó sensaciones agridulces. Patrick Beverley, némesis desde hace años de Russell Westbrook, apenas pudo hacer daño al base de los Thunder. Westbrook terminó con 49 puntos, incluyendo un 16/34 en tiros de campo y 8/15 en triples, 8 rebotes y 5 asistencias. Además, Houston dejó escapar una ventaja de 18 puntos en unos espantosos minutos del último cuarto, complicando un partido que parecían tener resuelto.
Hasta entonces, Houston aprovechó su mayor amplitud de recursos frente a unos Thunder dependientes en exceso de Westbrook. De hecho, ni siquiera necesitó al mejor James Harden para acabar ganando. Andre Roberson hizo un excelente trabajo amortiguando el impacto de la estrella de los Rockets, quien terminó con unos modestos para lo que es habitual 26 puntos (6/16 en tiros de campo), 12 asistencias, 8 rebotes y 6 pérdidas de balón.
Sin el mejor Harden
Pero otros jugadores estuvieron a su mejor nivel. Eric Gordon sigue catapultado a acabar como mejor sexto hombre de la temporada con 22 puntos (5/10 en triples), Nene cubrió bien la ausencia de Clint Capela con 18 puntos en 17 minutos, y Patrick Beverley, pese a sus problemas físicos y su emparejamiento con Russell Westbrook, terminó con 11 puntos y 8 rebotes.
Eso sí, todo estuvo a punto de venirse abajo. Tras acercarse a los 20 puntos de ventaja en el tercer cuarto, los Rockets permitieron que los Thunder remontaran el duelo. Los secundarios de Oklahoma City, liderados por Victor Oladipo, hicieron el trabajo a inicios del último cuarto, y Russell Westbrook lo remataba, llegándose a ponerse por delante a 2 minutos del final (114-116).
Final gris
Pero, con lo más difícil hecho, el equipo de Billy Donovan se vino abajo, incapaz de anotar un solo punto en el resto del partido. Houston tampoco dio muestras de acabar en su mejor momento, con Andre Roberson taponando un triple a James Harden que hubiera podido ser letal. Pero el escolta acabó siendo decisivo en su último ataque gracias a dejarle el balón decisivo a Nene. El pívot brasileño, solo en la pintura, consiguió forzar falta que aprovecharía con dos tiros libres, a la larga ganadores ante un caótico e infructuoso intento final de Oklahoma City.
Con este triunfo, los Rockets siguen firmes en su intento de asaltar la cima del Oeste. Tras seis victorias consecutivas y la 16ª en los 18 partidos jugados desde el 1 de diciembre, el equipo de Mike D’Antoni sigue presumiendo de ser el equipo más en forma de la liga. Una sensación contrapuesta a unos Thunder que cuentan ya sus tres partidos en 2017 por derrotas. Solo el amplio colchón acumulado respecto a los equipos que pelean por el octavo del Oeste mantiene la tranquilidad en OKC.