Sin Joel Embiid ni James Harden sobre la pista y con una desventaja de 21 puntos en la primera parte, era difícil imaginar que los 76ers pudiesen llevarse un triunfo del Golden 1 Center de Sacramento, pero los de Pensilvania sorprendieron a propios y extraños con una victoria de mucho mérito. Los de Doc Rivers se impusieron a los Kings por 127-129 tras una gran segunda mitad, lo que les permite firmar un pleno en su gira de cinco encuentros por el Oeste y confirmarse como uno de los equipos más en forma de la competición. Los grandes resultados de las últimas semanas les están permitiendo compensar su mal inicio de curso, y de hecho esta madrugada se han colocado ya como segundos del Este en solitario.
No obstante, nada de esto era previsible justo después de que Kevin Huerter anotase el triple que puso el 71-50 en el electrónico a falta de tres minutos para el descanso. Sacramento estaba dominando el choque de forma clara, con su ataque girando como de costumbre en torno a Domantas Sabonis y con un Harrison Barnes muy inspirado que firmó un 5/6 en triples en la primera parte y anotó 17 puntos antes del descanso. Su excelente funcionamiento ofensivo estaba poniendo contra las cuerdas a Philadelphia, que sin embargo logró reaccionar ligeramente en los compases finales del segundo cuarto y, gracias a un buen parcial, logró irse a vestuarios solo 10 tantos abajo (74-64).
La verdadera reacción, no obstante, llegó ya en la segunda mitad, en la que Tyrese Maxey tomó las riendas del duelo para darle un vuelco de 180 grados. El base, más líder que nunca ante las importantes ausencias, terminó el partido con 32 puntos, 15 de los cuales llegaron en un tercer cuarto que comandó el parcial de 22-38 con el que los 76ers se hicieron con el control. Su paso adelante marcó definitivamente un antes y un después en el choque, aunque fue igualmente importante la contribución de hombres como Tobias Harris, Montrezl Harrell y George Niang, autores de 17 tantos cada uno.
Y es que, pese a los continuos intentos de Sacramento por recuperar la ventaja, los visitantes no volvieron a ceder el mando una vez se pusieron por delante, algo que les llevó un notable esfuerzo. Una vez asimilado el golpe, los Kings se reactivaron y pelearon por el triunfo hasta el último instante, haciendo de este un final agónico para el cuadro de Pensilvania.
Con solo tres puntos de diferencia en el marcador (126-129), los de Mike Brown contaban con posesión para buscar el empate con un triple, algo que Thybulle trató de evitar haciendo falta a Harrison Barnes. No obstante, el alero, viendo venir sus intenciones, intentó levantar el balón antes de que se produjese el contacto, y, de forma bastante ajustada, los árbitros decidieron señalar falta de tiro y concederle tres tiros libres. Barnes, sin embargo, echó por tierra gran parte de las opciones de prórroga al fallar el primero, y aunque falló a propósito el último para buscar el rebote ofensivo, Sabonis solo pudo realizar un palmeo a la desesperada antes de que sonase la bocina.
Harrison terminó por tanto con 27 puntos, secundando los 31 de un De’Aaron Fox que anotó 14 de ellos en el último cuarto y se encargó de reanimar a los suyos tras el mazazo anímico de verse por detrás en el marcador. Huerter, por su parte, alcanzó los 20, mientras que Sabonis coqueteó con el triple-doble al sumar 16 tantos, 10 asistencias y 9 rebotes.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)