La rotura del ligamento cruzado sufrida por Montrezl Harrell ha supuesto un ligero vuelco en los planes de los 76ers para la próxima temporada. Los de Pensilvania podrían quedarse todo el año sin poder utilizar a uno de los jugadores de su plantilla, lo que no tardó en generar especulaciones sobre si podrían buscar alguna manera de darle salida para tratar de reemplazarle, algo que, según Keith Pompey, periodista de The Philadelphia Inquirer, no harán por ahora.
Tal y como asegura, en Philadelphia creen que lo mejor es mantener sus opciones abiertas con respecto a Harrell para ver cómo evoluciona. La franquicia analizará su situación para estudiar cómo de posible es su regreso a la pista a lo largo del curso, y si este queda definitivamente descartado será entonces cuando se decanten por solicitar la Disable Player Option o incluso buscar un traspaso que les permita encontrar un sustituto.
Y es que, dentro del problema que supone perder de esta manera a un jugador, los 76ers tienen al menos la posición de pívot suplente cubierta con hombres como Paul Reed o Mo Bamba. Con Joel Embiid como gran referencia del equipo, los minutos con los que puede contar el resto de la rotación interior son limitados, lo que puede llevar a que la ausencia de Montrezl no tenga tanto impacto mientras se decide qué hacer con él. Sí puede ser más relevante en las noches en las que el camerunés descanse, en las que los dos jóvenes pívots tendrán la oportunidad de probar sus virtudes.
Además, cabe recordar que Harrell no viene precisamente de ser el jugador que era una máquina de anotar desde el banquillo. Con 5,6 puntos y 2,6 rebotes por partido, viene de firmar su peor temporada desde su año de rookie, algo que, incluso si ha sido debido a una notable reducción de minutos, hace que los 76ers sientan que tal vez no estén ante una baja tan dramática. O, al menos, que es una con la que pueden vivir unos meses hasta tomar una decisión.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)