Los Philadelphia 76ers sumaron una más que necesaria victoria en su visita al Ball Arena. Los de Pensilvania habían sido incapaces de ganar desde que Joel Embiid tuvo que apartarse del equipo tras entrar en los protocolos de seguridad de la liga, lo que les había hecho perder cinco partidos consecutivos y caer bastantes puestos en la tabla. Sin embargo, ante los Nuggets el equipo logró rehacerse e imponerse por 89-103, cortando su mala racha y dando signos de mejora.
Los de Doc Rivers estuvieron comandados por Tyrese Maxey, que ha aprovechado este tramo de ausencias en el equipo para demostrar que puede asumir galones. El sophomore terminó con 22 puntos tras lanzar con un 60% de efectividad, y estuvo bien secundado por los 20 que sumó Seth Curry, que añadió además 5 rebotes. Tobias Harris, por su parte, terminó con 17 y 7 rebotes en su haber.
Quien también destacó aunque de forma más inesperada fue el novato Charles Bassey, cuyas apariciones hasta el momento se habían limitado a minutos intrascendentes pero que tuvo en Denver la oportunidad de demostrar sus capacidades. El rookie protagonizó sin duda su mejor actuación del curso al terminar con 12 tantos, 7 rebotes y 3 tapones, y ayudó a los visitantes a frenar a un Nikola Jokic que les estaba haciendo muchísimo daño. El pívot serbio sumó 27 puntos en la primera parte, pero solo pudo anotar 3 en la segunda, lo que permitió a los 76ers romper el choque y asegurarse un triunfo cómodo.
Además de sus 30 tantos, el de los Nuggets logró capturar 10 rebotes y repartir 7 asistencias, pero sus grandes números dejaron unas sensaciones algo más frías debido a su discreta segunda mitad. No obstante, esta no le impidió ser claramente el mejor de los suyos, pues solo Will Barton, con 19 puntos y 8 asistencias, y Monte Morris, autor de 11 tantos, alcanzaron los dobles dígitos.
Malone terminó expulsado
Denver acabó el encuentro sin su entrenador en el banquillo, ya que Mike Malone tuvo que poner rumbo a vestuarios a mediados del tercer cuarto. El técnico protestó vehementemente una supuesta falta en ataque de Seth Curry, quien sacó el brazo para tratar de engancharse con Jokic mientras penetraba a canasta, y debido a su insistencia fue sancionado con una doble técnica que le costó marcharse antes de tiempo.
La acción tuvo lugar en un tramo de partido en el que Philadelphia amenazaba con escaparse en el electrónico. Los de Pensilvania habían logrado colocarse con un 61-70 a favor, y el parcial de 4-15 que firmaron tras la expulsión del entrenador les permitió dejar el encuentro prácticamente sentenciado y vivir un último cuarto más bien relajado.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)