Los Philadelphia 76ers se han asegurado esta madrugada terminar la temporada regular como primeros clasificados del Este. Lo han hecho derrotando a los Magic por 122-97, lo que les permite alcanzar las 48 victorias, cifra que, dado que tienen ganado el desempate particular a los Nets, les hace inalcanzables. De esta forma, los de Pensilvania llegarán a la postemporada con la confianza de haber terminado como los mejores de su conferencia y la esperanza de resarcirse del duro tropiezo del año pasado.
Philly tiene por tanto garantizada la ventaja de campo en todas las rondas excepto en unas hipotéticas Finales, algo que, pese a que los pabellones siguen sin poder llenarse, puede ser clave para su éxito. Con un balance de 28-7, son el mejor equipo del Este como locales y el segundo mejor de toda la NBA solo por detrás de los Jazz, lo que demuestra que han hecho del Wells Fargo Center un bastión difícil de asaltar. No obstante, tendrá que luchar contra una posición un tanto maldita, ya que 10 de los 12 últimos líderes del Este no lograron llegar hasta la final por el anillo.
«Es un gran logro y no quiero quitarle valor. Le he dicho a los chicos que lo disfruten» aseguró Doc Rivers. «Este no es nuestro objetivo final, pero sí una parte del camino hacia él. Creo que para este equipo, siendo tan jóvenes, contar con el factor cancha puede ser verdaderamente importante. Es genial tenerlo, y deberíamos sentirnos orgullosos de lo que hemos logrado».
Rivers llegó en octubre a los 76ers después de estos fueran barridos en primera ronda por los Celtics, y su objetivo no era otro que levantar de las cenizas un proyecto que corría el riesgo de estancarse. El resultado hasta ahora no ha podido ser mejor, pues no cabe duda de que Doc ha devuelto al equipo a la primera línea de la conferencia y les ha colocado de nuevo en la pelea por el título. Veremos ahora si logra mantener ese nivel en playoffs, ya que él mismo terminó la pasada postemporada con su capacidad para tener éxito en las eliminatorias muy cuestionada.
El duelo ante Orlando tuvo poca historia, lo que permitió a los locales celebrar su logro sin apuros. Al descanso, Philadelphia ganaba ya por 66-43, y la distancia crecería hasta los 32 puntos en una segunda parte que no pasará a la historia por su emoción. De hecho, ambos técnicos aprovecharon la ocasión para dar minutos a los menos habituales en vista de que no había nada por lo que pelear ya sobre el parqué.
Seth Curry, con 20 tantos, terminó como máximo anotador de los suyos gracias a su eficacia en el tiro (7/9), seguido por los 15 de Shake Milton. Ben Simmons y Joel Embiid alcanzaron los 13, y cada un destacó en un aspecto más: el pívot, en los rebotes con 11; el base, en las asistencias con 9.
En los visitantes, Ignas Brazdeikis lideró al equipo con 21 tantos, mientras que R.J. Hampton y Chasson Randle sumaron 12 cada uno.
(Fotografía de portada: Tim Nwachukwu/Getty Images)