Si hace unas semanas imaginábamos una eliminación en primera ronda de los Clippers ante Portland (106-103 en el sexto y definitivo partido), pensaríamos automáticamente en un fracaso deportivo, otro más, de la ambiciosa franquicia angelina. Con dos superestrellas como Chris Paul y Blake Griffin, uno de los entrenadores mejor pagados de la NBA como Doc Rivers y ante un rival con muchos menos lujos como los Blazers, ganar era el único resultado aceptable.
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— The Crossover (@TheCrossover) April 30, 2016
La realidad acabó siendo muy diferente. El infortunio se cebó de forma cruel en los últimos partidos de esta primera ronda. Perder a Paul y a Griffin en un solo partido fue un golpe durísimo que, aún así, no hizo bajar los brazos a los Clippers. Perder el quinto partido en casa podía haber sido la puntilla, pero aún necesitarían más golpes para aceptar la derrota. Y Austin Rivers fue el que recibió el más doloroso.
11 puntos de sutura, 21 de anotación
Un terrible codazo involuntario de Al-Farouq Aminu sobre Rivers mostraba una escena dantesca en el parqué del Moda Center. El hijo del técnico de los Clippers, titular por la baja de Chris Paul, sangraba de forma abundante tras ese golpe. Austin Rivers tuvo que recibir 11 puntos de sutura, siete sobre debajo de su ojo izquierdo y cuatro por encima. Parecía que iba a ser el fin de su partido y, seguramente, de su temporada. Pero no fue así. Rivers regresaría y se convertiría en el principal motor de los Clippers (21 puntos y 8 asistencias), junto al incombustible Jamal Crawford (32 puntos). Pero por si no tenían suficiente, DeAndre Jordan (15 puntos y 20 rebotes) sufría un esguince de tobillo en los últimos minutos que disminuían su aportación.
El dúo estelar de Blazers no perdonó
En algún momento del partido, Portland pareció tener problemas para asumir una condición de equipo favorito con la que no contaban. Acostumbrados a dejar la presión a sus rivales, algunos errores y malas decisiones amenazaban con sobrepasarles ante los diezmados Clippers. Fue a partir del tercer cuarto cuando los Blazers se sintieron a gusto. Damian Lillard (28 puntos) y C. J. McCollum (20) aparecieron a tiempo para controlar las últimas embestidas de los Clippers. Los jóvenes Blazers no perdieron la compostura en los minutos finales y se llevaron un pase a segunda ronda en el que nadie creía hasta hace unos días, salvo ellos. Los dos equipos salieron con la cabeza alta. Pero solo uno tendrá el desafío de derrocar a los Warriors en semifinales del Oeste.