Tras su traspaso desde Denver, Jusuf Nurkic se convirtió en el revulsivo que los Blazers necesitaron para entrar en playoffs. Su gran trabajo en la pintura sirvió a Portland para ganar partidos valiosos y recuperar el octavo puesto a costa de los Nuggets, precisamente su ex-equipo. Pero una fractura sin desplazamiento en su peroné derecho le ha dejado sin jugar desde finales de marzo. A dos días del arranque de la eliminatoria de Portland contra Golden State, su participación está en duda.
Manteniendo la incógnita
«Me siento mejor, he hecho buen progreso», explicó Nurkic tras el entrenamiento de su equipo. «Pero creo que estamos todavía indecisos sobre si voy a jugar». El pívot bosnio promedió 15,2 puntos y 10,4 rebotes en los 20 partidos que jugó con Portland, casi doblando sus números previos en Denver. Su capacidad de circular el balón y su esfuerzo defensivo le han convertido rápidamente en un favorito de la afición local.
Consciente de la importancia de empezar bien la serie contra Golden State, en la que los Warriors parten como favoritos, Nurkic se muestra ansioso de volver a la cancha. «Si fuera por mi, jugaría ahora mismo», afirmó el pívot. En su ausencia, Meyers Leonard y Noah Vonleh se han alternado en la posición de 5 de Portland, que también tiene las sensibles bajas por lesión de Ed Davis y Festus Ezeli en su plantilla.
Un retorno bienvenido
Desde la llegada de Jusuf Nurkic, los Blazers han presentado un espléndido balance de 18-8, coincidiendo también con el mejor estado de forma de Damian Lillard. Si bien el base será el jugador clave para que Portland pueda presentar batalla al potente proyecto de Golden State, recuperar al mejor Jusuf Nurkic protegiendo el aro y finalizando en la pintura es hoy por hoy la noticia más esperada para los Blazers, que arrancarán este domingo su eliminatoria de primera ronda.