Los Bucks aprovechan las bajas de los 76ers para reencontrarse con la victoria

En un duelo descafeinado entre dos de las potencias del Este, los Bucks aprovecharon la extraña situación para sumar un triunfo en el Wells Fargo Center. Los de Milwaukee se llevaron por 109-118 un choque marcado por las ausencias y por las rotaciones cortas a las que se vieron obligados a recurrir ambos técnicos, lo que les ayudó a frenar ligeramente su mala racha y a sumar un triunfo importante de cara a no hundirse aún más en la tabla.

Los vigentes campeones han estado lidiando con numerosas ausencias prácticamente desde el primer día de competición, pero en esta ocasión se encontraron a unos 76ers aún más afectados. Con Joel Embiid, Tobias Harris y Matisse Thybulle ausentes debido al protocolo sanitario, Seth Curry al margen por culpa de una contusión en el pie, y Ben Simmons aún sin jugar, los de Doc Rivers se presentaron al encuentro muy justos de personal. Los Bucks, por su parte, recuperaron a Jrue Holiday hace un par de noches, pero siguen sin poder contar con Khris Middleton, Brook López y Donte DiVincenzo.

Esto, no obstante, permitió ver brillar a hombres que suelen estar algo alejados de los focos. En los locales, Tyrese Maxey asumió galones y comandó al equipo con 31 puntos, aunque fue claramente de más a menos tras sumar 17 de ellos en el primer cuarto. Sin embargo, aunque su eficacia se redujo con el paso de los minutos, la gran salida del base pareció contagiar a sus compañeros, que firmaron grandes actuaciones e hicieron de estos 76ers un equipo solvente a pesar de las bajas.

Georges Niang, por ejemplo, logró anotar 21 tantos partiendo desde el banquillo, y castigó a los Bucks con su tiro exterior gracias a su 5/7 en triples. Shake Milton, por su parte, anotó 20 para apoyar a Maxey en el backcourt, mientras que Andre Drummond firmó un doble-doble de 17 y 20 rebotes. Quienes no estuvieron tan finos fueron precisamente hombres acostumbrados a contar con más peso como Danny Green y Furkan Korkmaz, que se quedaron en 9 y 5 tantos respectivamente, algo especialmente sangrante en el caso del turco, que lanzó a canasta 18 veces y solo anotó 2.

En los Bucks, por contra, el gran dominador fue el de siempre. Giannis Antetokounmpo, con 31 puntos, 16 rebotes y 4 asistencias fue una vez más el encargado de comandar a los suyos a un más que necesario triunfo. El griego, que además colocó dos tapones, uno de ellos fundamental a Maxey en el último cuarto, reconoció la importancia de la victoria en medio de un inicio de temporada un tanto gris a nivel de resultados.

«Siempre sienta muy bien ganar» aseguró. «He intentado ser lo más competitivo posible y hacer lo que fuese necesario para ganar. Eso es lo que mi equipo quiere y necesita que haga».

El alero estuvo secundado por Grayson Allen, con quien ha generado una gran dupla que ha sostenido a Milwaukee en estas semanas de ausencias. El escolta logró 25 tantos, incluyendo el triple que puso el 107-114 a falta de un minuto y medio que dejó el choque en bandeja a los suyos, mientras que Bobby Portis se fue hasta los 19 y capturó además 10 rebotes. Quien no sumó tanto en anotación fue Jrue Holiday, que parece haber vuelto de su lesión algo impreciso y no pudo pasar de los 8 puntos tras firmar un 4/14 en tiro, pero logró ser eficaz en otras facetas y aportó 7 rebotes, 6 asistencias, 2 robos y 2 tapones.

(Fotografía de portada: John Fisher/Getty Images)


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