Milwaukee se hizo con una nueva victoria en su visita a Atlanta. Los de Budenholzer se llevaron por 105-114 un partido de idas y venidas que llegaron a tener muy a favor pero que se complicó con el paso de los minutos, obligándoles a firmar un gran parcial final para evitar la debacle. Los Hawks ofrecieron una imagen muy competitiva en la segunda mitad a pesar de la ausencia de Trae Young por enfermedad, pero no les valió para evitar una nueva derrota que les impide coger algo de ritmo.
Desde muy pronto, este pareció un duelo destinado a resolverse de forma bastante cómoda para los Bucks. El cuadro de Wisconsin arrancó el duelo con un parcial de 0-13, y gracias a su sensacional acierto exterior (9/14) llevó la distancia por encima de los 20 puntos cuando ni siquiera había finalizado el primer cuarto. De esta manera, lograron abrir un colchón que se mantuvo durante toda la primera mitad y que llegó a su máximo cuando, tras el descanso, llegaron a mandar por hasta 24 tantos de ventaja (54-78) que les ponían el triunfo en bandeja.
Fue entonces cuando Atlanta decidió hacer acto de presencia, y comandados por Bogdan Bogdanovic, autor de 22 puntos, y De’Andre Hunter, que sumó en la segunda mitad 14 de sus 16 tantos, empezaron a reducir diferencias y a reengancharse poco a poco al encuentro. Los Bucks, por su parte, vieron desaparecer el acierto exterior que les había llevado en volandas durante los tramos anteriores, y no encontraron tampoco una figura a la que fiarse ante la discreta noche de Giannis Antetokounmpo, que jugó uno de sus peores partidos a nivel anotador y no pudo pasar de los 7 puntos. El griego ha tenido en otras ocasiones problemas ante los Hawks, que cuentan con hombres como Okongwu capacitados para complicarle la vida, pero en esta ocasión se le vio incluso falto de agresividad, pues solo llegó a ejecutar 10 lanzamientos a canasta.
Todo esto generó que los de McMillan siguieran cambiando el signo del partido hasta que, con solo tres minutos para el final, Bogdanovic colocó el 103-101 que les puso por delante por primera vez en toda la noche. Y, con todo, también por última vez. Perder la ventaja pareció sacar de su letargo a Milwaukee, que respondió con un parcial de 0-11 que apagó por completo al State Farm Arena y les devolvió la tranquilidad. Antetokounmpo, pese a su falta de puntos, logró aparecer en este tramo con varias acciones clave, ganando varias segundas oportunidades y generando canastas para sus compañeros hasta terminar con 18 rebotes y 10 asistencias en su casillero.
«Creo que ha sido uno de sus mejores partidos al margen de la anotación» comentó Budenholzer sobre el heleno. «Ha confiado en sus compañeros y ha creado muchas buenas jugadas. Ha sido capaz de atacar el tablero, mantener su fuerza de voluntad y competitividad para conseguir rebotes ofensivos, y no forzar al verse muy rodeado».
Jrue Holiday, con 27 tantos, fue el encargo de asumir el liderazgo en materia anotadora, secundado por los 20 de un Brook Lopez que terminó además con 12 rebotes y 2 tapones. Por su parte, Bobby Portis y Jevon Carter lideraron a la segunda unidad con 13 puntos cada uno, de los que el base sumó 10 en el último cuarto para consagrarse como uno de los pilares del triunfo.
(Fotografía de portada: Todd Kirkland/Getty Images)