La noche del domingo trajo consigo un duelo con sabor a playoffs entre Bucks y Nets. Dos de las grandes potencias del Este se midieron en un apasionante choque que cayó del lado de Milwaukee por 117-114, un resultado que aprieta la parte alta de la clasificación de la conferencia y que ha permitido a los 76ers recuperar el liderato de la misma. De hecho, quienes se hayan quedado con ganas de más estarán contentos de saber que, con la clasificación actual, ambos equipos se verían las caras en semifinales de conferencia si ninguno tropieza en primera ronda.
Si algo caracterizó al encuentro fue el descomunal nivel al que estuvieron las dos grandes estrellas. Giannis Antetokounmpo y Kevin Durant firmaron dos grandísimas actuaciones que les hicieron terminar con 49 y 42 puntos respectivamente, liderando a sus equipos y firmando uno de los mejores cara a cara de la temporada. Cada uno a su manera, ambos ofrecieron un recital de baloncesto y de dominio del mismo en el que finalmente fue el griego quien se llevó la palma.
El de los Bucks, que regresó tras la lesión de tobillo sufrida en Houston, se enfrentó a una defensa en la que, primero DeAndre Jordan y luego Blake Griffin, dieron prioridad a cerrar la pintura y le forzaron a buscar lanzamientos de media o larga distancia. Giannis, sin embargo, respondió a la perfección, demostrando que ha ido desarrollando sus capacidades para anotar lejos del aro y que hace falta algo más que dejarte tirar para defenderle. El heleno terminó con un 4/8 en triples, y sumó también muchos puntos gracias a su juego desde 3-4 metros, lo que fue poco a poco forzando a la defensa a salir y le abrió caminos para atacar el aro.
KD, por su parte, fue pura elegancia y sutileza. Su capacidad para anotar por encima de prácticamente cualquier hombre le hizo sumar una vez tras otra y mantener a los suyos en partido hasta el final, aunque lo cierto es que la defensa de Milwaukee logró ponerle en algunos apuros (los que se pueden generar a alguien de su nivel) y evitar que llevase su exhibición a cotas mayores. Middleton, Holiday o P.J. Tucker fueron capaces de frenar ligeramente su ritmo anotador, y de hecho este último consiguió que su último tiro, que podría haber mandado el partido a la prórroga, llegase de una forma bastante complicada y terminase escupido por el aro.
«No ha sido un cara a cara entre Durant y yo porque no hay nadie en el mundo que pueda aguantar eso. Es uno de los mejores jugadores que se han visto este deporte» reconoció Giannis. «Tienes que intentar frenarle como equipo, defenderle y hacerle la vida lo más difícil posible. Yo simplemente he tratado de hacer mi trabajo, encontrar mis oportunidades y ayudar a mi equipo a ganar».
En cuanto a los secundarios, Khris Middleton fue fundamental con 26 puntos, varios de ellos en el tramo decisivo del partido, en el que sacó a relucir su talento para generarse canastas de la nada. Además, el alero terminó con 11 rebotes y 6 asistencias, cuajando una actuación muy completa en la que demostró una vez más sus capacidades para ejercer con éxito de segundo espada. Por su parte, Jrue Holiday sumó 18 tantos, mientras que Bryn Forbes lideró a la segunda unidad con 12.
No obstante, si en algo destacó Holiday fue reduciendo al máximo la influencia de Kyrie Irving en el partido. El base, aunque terminó con 20 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias, tuvo muchas dificultades para tener una presencia regular en el ataque de los suyos, y sus acciones llegaron más bien a cuentagotas gracias en parte al gran trabajo del ex de los Pelicans. De hecho, en algunos tramos llegó a ser bastante más importante la influencia de Landry Shamet, que se fue hasta los 17 tantos gracias a su 4/7 en triples.
Ambos equipos volverán a verse las caras el martes, un choque que permitirá a los de Brooklyn buscar la revancha y a los Bucks tratar de acercarse aún más en la clasificación. Sin duda, contar con el factor cancha podría ser determinante para tener más opciones de tumbar a estos todopoderosos Nets en una serie a siete partidos.
(Fotografía de portada: Stacy Revere/Getty Images)