Los Bucks vencen en Los Ángeles aprovechando el descanso de Kawhi Leonard

El que estaba destinado a ser el primer reencuentro entre Giannis Antetokounmpo y Kawhi Leonard desde las pasadas Finales de la Conferencia Este acabó no siendo tal. El alero se tomó un descanso en la primera noche del back to back que afrontan los angelinos, que se medirán mañana a los Blazers, lo que facilitó a los Bucks asaltar el Staples por 124-129 y sumar su cuarta victoria consecutiva.

Tras un inicio algo errático, en el que dejaron escapar dos partidos que dominaron por bastantes puntos, los de Milwaukee vuelven a coger velocidad de cruceros. Con un balance de 6-2, son el equipo del Este que más partidos ha ganado (habiendo jugado dos más que Boston), y los problemas que les hicieron encajar dos derrotas en los cuatro primeros choques parecen ir diluyéndose. Por su parte, los Clippers dejaron escapar la oportunidad de empatar a victorias con los Lakers y colocarse segundos del Oeste, y se quedan con una marca de 5-3 que les sitúa en la zona media.

Festín de Giannis

La baja de Kawhi no solo privó a los espectadores de un duelo directo entre dos de los mejores jugadores del mundo, sino que privó a Doc Rivers de la que posiblemente sea su mejor opción defensiva contra la estrella de los Bucks. Esto dejó a Antetokounmpo emparejado con JaMychal Green, que no fue rival para el vigente MVP, que ha empezado el curso incluso mejor de lo que estaba hace unos meses y terminó con 38 puntos, 16 rebotes, 9 asistencias, 2 tapones y 2 robos. El heleno no solo continúa a un nivel aplastante, sino que da la sensación de haber crecido en aspectos claves para su juego como la lectura de espacios, la toma de decisiones y su capacidad de pase.

Tras su gran actuación, Giannis se convirtió en el sexto jugador en la historia de la NBA en enlazar tres partidos consecutivos con 30 o más puntos, 15 o más rebotes y 5 o más asistencias. Los otros fueron Kareem Abdul-Jabbar, Elgin Baylor, Wilt Chamberlain, Bob Pettit y Oscar Robertson, todos ellos miembros del Salón de la Fama.

Su mejor aliado fue George Hill, quien partiendo desde el banquillo alcanzó los 24 puntos tras convertir 6 de sus 7 lanzamientos desde el triple. También estuvieron muy eficaces desde la larga distancia Kyle Korver (4/7), el propia Antetokounmpo (4/7), y Eric Bledsoe (4/8), lo que permitió a los de Budenholzer compensar el mal partido de Middleton, que anotó solo 3 de sus 13 tiros de campo.

Primera segunda unidad

Con todo, ni las bajas propias ni la buena actuación rival mermaron el ánimo de los Clippers, que, con un equipo muy similar al que terminó la temporada pasada, plantaron cara casi en todo momento. Lou Williams y Montrezl Harrell, habituales de la segunda unidad, ejercieron como titulares, y aprovecharon para demostrar que su condición de suplentes no les hace dejar de ser estrellas indiscutibles de la NBA. Ambos se fueron hasta los 34 puntos, que en el caso del ala-pívot suponen el récord de su carrera, y lograron además sendos dobles-dobles, aunque de manera muy distinta: Williams, repartiendo 11 asistencias; Harrell, caputrando 13 rebotes. También cuajó una excelente actuación Patrick Beverley, que con 20 tantos y 10 asistencias demostró que, si el guion lo requiere, está capacitado para aportar a nivel ofensivo.

Sin embargo, los angelinos se enfrentaron al problema de que, con los estandartes de su segunda unidad convertidos en titulares, su banquillo quedó notablemente debilitado. Era inevitable que así fuera, pues tener a Kawhi Leonard y Paul George de espectadores de lujo no puede salir gratis, pero convirtió a los de Rivers un equipo con más altibajos de lo habitual, forzando al técnico a ir alternando los descansos de Lou y Montrezl para sostener al equipo. Lo suplentes de los Clippers, que promediaban 55,1 puntos por partido, se quedaron en apenas 20.

Por su parte, Landry Shamet vivió un partido de dos caras. El ex de los 76ers arrancó el encuentro falto de puntería, y de hecho no fue capaz de anotar su primera canasta hasta mediados del último cuarto, y su primer triple no llegó hasta que faltaban poco más de cuatro minutos. Los Clippers perdían ya por 13 puntos (104-117), pero de la mano, o más bien de la muñeca del escolta lograron reengancharse al encuentro. Shamet, que había fallado sus primeros cuatro triples, anotó los cuatro que intentó en los últimos minutos, y estuvo a punto de liderar una remontada que nunca llegó a darse. Los locales cayeron, pero lo hicieron plantando cara a uno de los favoritos a todo, lo cual, si bien no puede ser una sorpresa para nadie, es sin duda una buena dosis de confianza para los hombres de rotación.

(Fotografía de portada: Harry How/Getty Images)


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