Los Cleveland Cavaliers volvieron a demostrar que no son el equipo ‘facilón’ de años anteriores, y en su visita al pabellón de los Charlotte Hornets cosecharon un nuevo triunfo por 113 a 110 pese a dejarse remontar 17 puntos en el último periodo.
El equipo comandado por el técnico J.B. Bickerstaff cierra su viaje por la carretera con un optimista 3-2 y se colocan en el Este con un récord de 4-4.
«Queremos llegar a los partidos con los rivales sabiendo que vamos a pelear en cada partido. En los últimos años ha sido como: Oh, los Cavs. Es una noche de descanso. Y siendo honesto, así es como nos veían», admitió Jarrett Allen a ESPN.
El pívot destacó bajo los tableros con 24 puntos, 16 rebotes y un 9 de 13 en tiros de campo; seguido por Lauri Markkanen con 21 tantos y 8 rebotes.
Además, también cosecharon dobles dígitos anotadores Collin Sexton (17 puntos y 7 asistencias); el novato Evan Mobley (15 puntos y 10 rebotes); y un Darius Garland con 16 puntos y dos tiros libres clave con 15 segundos restantes para el final del encuentro.
«Al recuperarnos, demostramos la lucha que tenemos», señaló Lauri Markkanen. «Sabíamos que era un viaje complicado y tratamos de mantenernos en el momento. Creo que deberíamos haber ganado uno más, pero un 3-2 está bastante bien», destacó.
En los Hornets, LaMelo Ball no hizo más que confirmar su estatus de futuro jugador franquicia con 30 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias; seguido por un recuperado Terry Rozier con 23 puntos y cuatro triples convertidos. Los de James Borrego perdían por 101 a 84 a falta de siete minutos para el final, pero gracias a un parcial favorable de 0-10 llegaron con opciones de victoria al tramo final.
«Olieron la sangre, pero hicimos un gran trabajo en mantener la calma y pasar a la siguiente posesión», concluyó Markkanen cuando su compañero Garland anotó los dos tiros libres de la victoria.
(Fotografía de portada: Matthew Stockman/Getty Images)