Que Rajon Rondo era el jugador con mayor repertorio cualitativo en los Celtics resulta poco noticioso. No obstante, Boston (10-14) estrenó en la noche de ayer la era sin su mejor jugador entrando en posiciones de Playoff.
El equipo que dirige Brad Stevens lo hizo venciendo a los Timberwolves (114-98).
Ello fue gracias a la aportación de su quinteto titular y de una parte del banquillo. La totalidad de los cinco jugadores que saltaron a jugar de inicio rebasaron los diez puntos. Jeff Green se desmarcó del resto con 18 puntos; Jared Sullinger se apuntó 14 tantos y 10 rebotes.
Desde el banco surgió el mejor de los de verde. Kelly Olynyc dio continuidad a su lúcido momento personal con 21 puntos y 8 rebotes en 25 minutos.
El nuevo ‘backcourt’
Ya sin Rondo, claro, el backcourt fue para Avery Bradley y Evan Turner, que completaron un partido notable: 14 puntos, 7 asistencias, 5 rebotes y 3 robos el primero; y 10 puntos y 4 pases de canasta el segundo.
Los tres recién llegados, Jameer Nelson, Brandan Wright y Jae Crowder, vieron el partido desde el vestuario.
Hay objetivos
Así, después del traspaso que les había dejado, sobre el papel, vistos para sentencia este temporada, los Celtics han encontrado un nuevo objetivo: colarse en la postemporada.
Su victoria, la tercera seguida ahora mismo, y la derrota de los Nets ante Cleveland les dio honores de octavo lugar en el Este. Se sitúan a medio partido por encima de Brooklyn.
Wolves, en lo más bajo
Por Minnesota, Shabazz Muhammad repitió como máximo anotador, cosa que ha hecho en dos de los tres últimos partidos. Su cosecha final fue de 26 puntos, 5 rebotes y 5 asistencias. Chase Budinger, por su parte, pertrechó 19 tantos.
Con la plaga de lesiones que les asola desde hace semanas, Minnesota se hunde en el último hueco de la Conferencia Oeste (5-20).