Los Boston Celtics aprovecharon la visita de Charlotte Hornets para sumar su tercera victoria consecutiva (113-107). El equipo que dirige Ime Udoka cumplió en una de sus asignaturas pendientes: los finales de partido cerrados. Marcus Smart fue el líder que el equipo necesitaba tanto en ataque como en defensa.
El duelo en la zona media de la Conferencia Este se saldó con una importante victoria para el equipo que jugaba en casa. Los Celtics protagonizaron un encuentro con uno de sus guiones habituales esta temporada. Tras estar por delante prácticamente todos los minutos, el equipo se derrumbó en el último cuarto. Un parcial de 16-5 culminado con triple de Terry Rozier -que hacía valer la ley del ex- dejaba un partido nuevo a falta de un minuto por jugarse (107-107).
Las pesadillas de las peores derrotas de la temporada volvían a aparecer. Fue entonces cuando los líderes de los Celtics dieron un paso adelante. Primero fue Tatum, intentando una entrada a canasta de esas que tanto le exigen los aficionados cuando el partido está igualado, que sirvió para sacar tiros libres. Dos puntos por encima y con poco más de 30 segundos por jugarse, los de Boston mostraron una gran defensa grupal a la que puso la guinda un tapón de Robert Williams.
Antes de los caóticos minutos finales, los de Boston dejaron muestras de su mejoría. Terminaron la noche con 31 asistencias, dejando el récord en 5-1 cuando suman 30 o más. En el plano individual, el controvertido Marcus Smart lideró al equipo con 22 puntos y 6 asistencias. Mientras que Richardson, desde el banquillo, era el máximo anotador del equipo con 23 puntos. En los Hornets destacó la actuación de un indomable LaMelo Ball: 38 puntos, 9 asistencias.
En dinámica ascendente
Los números confirman las buenas sensaciones que los Boston Celtics han dejado en este último mes de competición. Han ganado 5 de los últimos 6 y 10 de los últimos 14 partidos que han disputado. El crecimiento en defensa ya es una realidad y hasta los finales de partido igualados ahora caen para el lado de los de Boston.
Muchas de las malas costumbres que habían estado presentes en el equipo a lo largo de la temporada están cambiando. Uno de los responsables, Ime Udoka, se mostró orgulloso de su equipo. «Los muchachos conectaron tiros importantes y supimos luchar contra la adversidad. Creo que hicimos grandes jugadas a ambos lados de la pista», destacaba el técnico al final del encuentro.
(Fotografía por Maddie Malhotra/Getty Images)