Lucha y emoción hasta el final. Los Celtics cosecharon su 13ª victoria consecutiva en el TD Garden al vencer a los Knicks por 105–104 gracias al empuje mostrado por sus jugadores en los minutos finales del partido y a una bandeja de Avery Bradley cuando quedaban poco más de tres segundos.
Isaiah Thomas fue el mejor de Boston con 32 puntos y 8 asistencias, seguido de Evan Turner con 21 puntos y Jae Crowder con 20 tantos y 8 rebotes.
Carmelo Anthony finalizó la noche con 30 puntos y 7 rebotes, pero con el mal sabor de boca de disponer el último tiro del encuentro con posibilidad de victoria y no ser capaz de tocar ni aro y solo poder golpear en el tablero. Arron Afflalo logró 17 puntos y Kristaps Porzingis añadió 15.
Rambis se echa la culpa
El entrenador interino de los Knicks, Kurt Rambis, asumió la responsabilidad de la derrota de los suyos por “no tenerles mejor preparados para una situación así” en referencia a los segundos finales del choque. “Me siendo mal por ellos. Ha sido fallo mío”, añadió en declaraciones que recoge Associated Press.
Excesiva diferencia
A pesar de que los Knicks se quedaron muy cerca del triunfo, dos estadísticas fueron muy favorables para los locales. Boston superó a New York en puntos al contraataque (30–4) y en puntos en la pintura (60–32).
Buena racha en casa
Los Celtics no han desaprovechado la ocasión de disputar cinco partidos seguidos en casa y han vencido en los cinco pese a que en cuatro de ellos han llegado a ir perdiendo por 10 puntos o más. La racha victoriosa de los Celtics en Boston (13) es la tercera mejor de la NBA esta temporada tras la de San Antonio y Golden State.