Antes de que el coronavirus obligase a la NBA a detener su temporada, la rodilla izquierda de Kemba Walker era uno de los aspectos que más preocupaban a los Boston Celtics. El base se había perdido 9 de los últimos 17 partidos por este motivo, y aunque han pasado varios meses parece que los de Massachusetts siguen sin querer asumir riesgos al respecto.
Así lo ha afirmado Brad Stevens, que ha reconocido que gestionarán el asunto con cuidado una vez que se retome el curso: «Vamos a ir poco a poco con Kemba para que vaya fortaleciendo su rodilla» afirmó en unas declaraciones para Sherrod Blakely, de la NBC, tras el primer entrenamiento en Orlando. «Queremos asegurarnos de que está en perfectas condiciones a medida que nos vayamos acercando a los primeros partidos y, sobre todo, a los playoffs».
Lo cierto es que los Celtics son uno de los equipos que pueden permitirse este tipo de precauciones en el reinicio de la temporada. Gracias al gran nivel de hombres como Jayson Tatum o Jaylen Brown, Kemba es menos imprescindible que otras estrellas en sus respectivas franquicias, y el hecho de que parezca difícil que en solo ocho partidos el equipo se mueva del tercer puesto del Este facilita este necesario periodo de adaptación.
Al fin y al cabo, es en playoff cuando Boston necesitará la mejor versión del base, que estaba promediando 21,2 puntos por partido y siendo junto a Tatum el gran estandarte ofensivo del equipo. Walker se enfrentará a la que será su primera postemporada en un equipo con grandes aspiraciones, y no hay duda de que será el primer interesado en llegar a esta completamente sano y sin nada más en qué pensar que en jugar a baloncesto.
(Fotografía de portada: Andy Lyons/Getty Images)