Si algo ha quedado claro esta temporada es que los duelos entre Cavaliers y Celtics son sinónimos de espectáculo. Después de que sus dos primeros encuentros cayeran del lado de Cleveland en la prórroga, Boston se ha llevado el último cruce entre ambos en esta temporada regular por 117-113, un marcador más parejo de lo que realmente fue el choque. Los locales dominaron con bastante claridad durante toda la segunda parte, y aunque el cuadro de Bickerstaff logró reducir distancias en los instantes finales, nunca llegaron a estar en verdadera disposición de remontar.
El gran aliciente de la noche estuvo pues en el cara a cara entre Jayson Tatum y Donovan Mitchell, que respondieron con 41 y 44 puntos respectivamente y ofrecieron un duelo sensacional. El de los Celtics, que terminó además con 11 rebotes y 8 asistencias, hizo gala de su enorme cantidad de recursos para anotar desde diversas posiciones, mientras que Mitchell, algo más inconsistente desde el triple (4/12), exhibió su agilidad y explosividad para sumar en la pintura. Ambos brillaron especialmente en el tercer cuarto, en el que llegaron 18 y 19 de sus respectivos tantos pero en el que Tatum se encontró mejor rodeado y ayudó a los suyos a romper el partido.
Los de Mazzulla llegaron a colocarse 21 arriba en este periodo (89-68), impulsados tanto por Jayson como por la eficacia desde el triple del resto de hombres, que se combinaron para un 6/7 en dicha materia en este periodo. Al Horford y Jaylen Brown, que terminaron con 23 y 16 tantos, fueron sus principales escuderos, y permitieron que la ventaja no se redujera en exceso hasta los segundos finales pese a los esfuerzos de Donovan.
El escolta de los Cavaliers estuvo algo más solo, pues a pesar de que Darius Garland terminó con unos llamativos 29 puntos y 9 asistencias, lo cierto es que su explosión llegó algo tarde. El base anotó 11 de sus tantos 75 segundos de partido, lo cual sirvió para poco más que maquillar el marcador de un duelo que estaba ya decidido.
Los de Ohio se llevaron además un notable susto al ver a Mitchell apoyar el pie de forma extraña y caer al suelo, lo que obligó a Cleveland a pedir un tiempo muerto para darle tiempo a recuperarse. Pese a que pudo continuar sobre el parqué, el jugador comentó a los periodistas presentes que sintió un dolor similar al que notó cuando sufrió la lesión en la ingle que le hizo perderse algunos partidos a finales de enero, y Bickerstaff afirmó que tendrá que ser evaluado para estimar el alcance de la situación.
«Hablé con él y me dijo que quería seguir jugando» comentó el técnico. «Sabía que si se sentaba la zona se enfiaría, se pondría rígida y ya le sería más difícil volver. Hablamos con los médicos, y como él se sentía capaz de seguir le mantuvimos en pista».
(Fotografía de portada: Winslow Townson/Getty Images)